jueves, 12 de febrero de 2015

EL PADRE DE AGOSTINI, PATAGONIA Y LA TIERRA DEL FUEGO


Texto de Luis Noziglia Barbagelata - Revista Marina *

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Alberto María de Agostini nació en Pollone, en el año 1883, pequeña ciudad
cercana a Biella, llamada esta última "la Manchester italiana" por su importancia
como centro textil lanero; situada Pollone en pleno Piamonte (palabra que significa
"al pie de los montes"), desde pequeño pudo contemplar las montañas más altas
de esa zona de los Alpes con cumbres nevadas junto a cadenas de colinas en
gran parte cultivables, grandes y pequeños lagos y la red hidrográfica de la
sección occidental del río Po, el mayor de su país.

Alberto era el sexto hijo de una familia en la cual su hermano mayor
llamado Juan, que tenía 20 años más que él, llegó a ser un destacado geógrafo y
cartógrafo, creador de la "Editorial De Agostini" de Milán y del "Instituto Geográfico 
De Agostini" de Roma, trasladado posteriormente a Novara. Juan se había
diplomado en Geografía en la Universidad de Turín y se dirigió después a Gotha,
la antigua capital de los duques de Sajonia-Coburgo, en cuyo famoso Instituto
Justus Perthes se especializó en Cartografía y en donde, en 1891, publicó en
idioma alemán su primer libro llamado "Das Feuerland" o La Tierra del Fuego.

El niño Alberto tenía pues sólo 8 años de edad cuando oyó hablar por
primera vez, a través del libro de su hermano mayor, de esa remota región situada
al sur del estrecho de Magallanes, poblada por pacíficos indígenas semidesnudos
que vivían de la pesca y de la caza, empleando armas y utensilios rudimentarios, a
los cuales invasores blancos perseguían despiadadamente, ejecutando actos de
crueldad y de horror.

En ese mismo siglo XIX había vivido en el Piamonte un sacerdote que, pese
a su humildad, no sólo era considerado como una gloria de la iglesia, sino que
también como un gran benefactor de la humanidad a causa de la extraordinaria
labor educacional que desarrolló en favor de los niños desamparados; se llamaba
Juan Bosco y había fundado una congregación de misioneros a los cuales, en
homenaje a su inspirador, Francisco de Sales, llamó "Salesianos".

Se sabía que Don Bosco había tenido en su vida muchos sueños que
resultaron proféticos; pues bien, en 1872 tuvo una serie de ellos que
posteriormente inspiraron la vida y la labor de Alberto María De Agostini.

Al respecto, copiamos literalmente lo que dice el profesor Humberto
Herrera, presidente de la Sociedad Científica de Chile.
"Este sacerdote reveló sus visiones geográficas y humanas de la vasta
región de la Patagonia y Tierra del Fuego, con clarísimos detalles sobre montañas,
glaciares, islas, lagos, yacimientos de petróleo y carbón, desde el Pacífico al
Atlántico, a donde deberían dirigirse los salesianos. Don Bosco desconocía
antecedentes de esa región de la que no existían informaciones precisas; sin
embargo, curiosamente dibujó mapas con detalles y los presentó a la Sociedad
Geográfica de Lyon, en Francia".

Pasados los años se comprobó que Don Bosco tenía razón; pero él ¿cómo
supo lo revelado en su sueños?, ¿quién se lo había dicho cuando esa era todavía
"Terra Incógnita"?. La mencionada institución científica hizo acuñar una medalla
de oro que le obsequió por la importancia de sus contribuciones.

En 1875 Don Bosco estableció una primera misión salesiana en Buenos
Aires la que comenzó una labor educadora del pueblo; desde allí sus miembros y
sus sucesores se expandieron hacia las prácticamente desconocidas regiones del
sur explorando y civilizando a los indios tehuelches y fueguinos y protegiéndolos
de las persecuciones de los blancos; en 1887 otro grupo de sus religiosos se
radicó en Punta Arenas con monseñor José Fagnano a la cabeza.

Alberto De Agostini amaba las excursiones pues desde niño se había
formado en la ruda escuela de los picachos de Val d'Aosta, le gustaba también el
estudio y era de espíritu profundamente cristiano. Siguiendo entonces sus
vocaciones decidió transformarse en misionero y explorador; en Turín se ordenó
de sacerdote salesiano y en el instituto creado por su hermano estudió geografía y
cartografía, 10 preparándose también como fotógrafo y después como
cineoperador.

En su mente se ordenaban las ideas; Terra Australis Incognita, razas
primitivas, Fitz Roy, Darwin, canales patagónicos, buques exploradores de
diferentes naciones entre los cuales había también varios italianos: en 1866 la real
corbeta de vapor Magenta fue la primera nave italiana de gran tonelaje que
atraviesa esos canales y el estrecho de Magallanes estudiando fiordos, relieves,
flora, fauna y etnografía; posteriormente le siguen la Vittor Pisani, el Carácciolo y
el Cristoforo Colombo, y el comandante de uno de ellos entregó en Valparaíso, al
jefe de la oficina de hidrografía, Francisco Vidal Gormaz, tres cartas de la zona
acompañadas de una relación de viaje; además muchos compatriotas suyos
habían dejado sus nombres en la geografía fueguina: Lovisato, Roncagli, Da Bove,
Spegazzini, Schiapparelli, etc, etc.

El padre De Agostini se entusiasma y quiere ser otro de ellos. Sus
antecesores han fundado colegios, talleres, imprentas, escuelas de oficios y
agrícolas; él, además de cristianizar, se dedicará a un objetivo geográfico y
explorativo.

Así, decidió partir y en 1910 se estableció en el convento salesiano de
Punta Arenas; durante 48 años, en diferentes períodos, permanecerá allí, en
Buenos Aires y en su patria, cumpliendo la misión que se ha impuesto,
recopilando metódicamente los datos obtenidos y narrándolos para conocimiento
del mundo estudioso.

Hacía clases en el colegio San José, de esa ciudad, pero en cuanto
empezaba el verano, provisto de su misal, breviario, máquina fotográfica y
adecuado equipo turístico, subía a modestos vehículos o a frágiles embarcaciones
para continuar a caballo o a pie, acompañado de peones chilenos o de estancieros
argentinos, a veces con guías nacionales y otras con alpinistas traídos por él,
desde los lejanos valles del Piamonte. En líneas generales en los primeros años
estuvo subyugado con la fascinación de la Tierra del Fuego, adentrándose en sus
canales y fiordos, recorriendo sus islas, montañas y bosques casi impenetrables,
nevados y ventisqueros; 11 después encontró en la Patagonia otros glaciares y
otras montañas más elevadas e imponentes que habían de constituir por una
veintena de años la meta de sus estudios y exploraciones.

Su labor fue inmensa. Estudió la constitución geográfica de los terrenos, la
estructura orográfica y las condiciones climáticas, conchas fósiles, amonites y
belemnites, anotaba a cada paso la fauna que encontraba: avestruces, guanacos
y pumas; ballenas, focas y pingüinos; avutardas, halcones y cóndores, como
también los "bellos cisnes de cuello negro de terciopelo" iguales a los que en el
lago Budi inmortalizara Augusto Winter en idílicos versos. Describió las floras
regionales: hermosísimas flores como margaritas, filesias y fucsias con las que
engalana las páginas de sus libros; los tupidos arbustos de calafates de frutos
dulzones, florestas vírgenes y bosques a veces impenetrables de hayas y robles,
canelos y cipreses. Estudió los grupos raciales aborígenes: alacalufes, onas,
yamanas y tehuelches, pronosticando su próxima extinción. Levantó mapas de las
regiones exploradas.

Como ya se dijo, el padre De Agostini comenzó su labor en la Tierra del
Fuego en donde recorrió una inmensa zona montañosa, especialmente la
cordillera de Darwin con sus ventisqueros, cascadas y nieves perpetuas, escaló el
monte Buckland y también el imponente Sarmiento de 2.400 mts.; estuvo en la isla
Dawson en donde, durante 24 años, las misiones salesianas trataron de salvar a
los últimos indígenas y si bien llegaron demasiado tarde para su objetivo,
"lograron, en cambio, endulzar con el bálsamo de la resignación cristiana los
supremos instantes de sus existencias"; al sureste de ella descubrió un hermoso
fiordo al que llamó Pigafetta, en homenaje al cronista de Hernando de Magallanes
pero al cual los marinos de una expedición chilena de la escampavía Porvenir
rebautizaron como "Fiordo De Agostini". Hacia el lado argentino fue a Ushuaia,
donde subió al monte Olivia y estuvo en la isla de los Estados. De vuelta en Chile
recorrió el inmenso lago Fagnano con sus ríos Betbeder y Azorpado, escaló las
cordilleras Valdivieso y Alvear, reconoció los ríos Grande y Porvenir. En el extremo
sur realizó dos interesantes 12 viajes al vasto archipiélago de las islas Wollaston y
Hermite terminando en el famoso cabo de Hornos rodeado de trágicos escollos.

Al norte del estrecho de Magallanes también recorrió canales, fiordos y
montañas: los canales Smyth y Sarmiento, la isla Pizzi y la de Cambridge con sus
rocas marmóreas, los fiordos Falcón y Eyre, la región de Ultima Esperanza con
sus cuevas de animales prehistóricos; hizo escaladas al cerro Balmaceda y a los
contrafuertes del macizo del Paine. Recorrió hacia el norte la cordillera patagónica
excursionando hacia ambos lados chilenos y argentino; escaló el cerro Mayo de
unos 2.300 metros desde donde vio el panorama soberbio e indescriptible de
hielos que lo instó a realizar la primera travesía de la cordillera patagónica
meridional para llegar hasta el fiordo Falcon.

Estuvo también en la controvertida Laguna del Desierto cuando ésta aún no
figuraba en mapas chilenos ni argentinos y en los contrafuertes del monte Fitz
Roy, el Cheltén de los tehuelches, llamado por De Agostini "el Cervino de
ultramar". Llegó asimismo a la cúspide del gran macizo de San Lorenzo (3.700
mts.) y viajó a la región del río Baker que posee uno de los valles más fértiles y
extensos de la Patagonia austral. También exploró desde el aire lo que hizo con el
chileno Franco Bianco, el primero que unió su nativa Punta Arenas con Puerto
Montt y con Santiago, y vieron la ruta que había seguido antes el malogrado
aviador berlinés Günther Plüschow.

Ultimas actuaciones.

En sus últimas expediciones, realizadas entre 1956 y 1958, le acompañaron
geógrafos de la universidad de Padua y militares chilenos.
Resumiendo su labor, dice el profesor Barrera que el tenaz explorador
investigó entre el cerro Lanín y el cabo de Hornos en una zona de 1.800 Kms. de
longitud y cientos de miles de kilómetros cuadrados de áreas orográficas,
glaciares y lacustres.

Hemos dicho que el padre De Agostini fue también misionero; en 13 este
último aspecto se puede leer en una correspondencia a sus superiores: "en los
últimos 4 meses he administrado 579 bautismos y 545 confirmaciones y bendije 15
matrimonios".

Su obra geográfica y exploratoria ha sido narrada por él mismo en forma
amena y brillante en libros de fina calidad material con mapas y hermosas
fotografías, muchas de ellas en colores. Entre los principales mencionaremos: "Mis
Viajes a la Tierra del Fuego", "Andes Patagónicos", "Esfinges de Hielo",
"Ascensión al San Lorenzo", "Nahuel Huapi", "Paisajes Magallánicos", etc.

Muchas instituciones nacionales y extranjeras lo han hecho objeto de
disticiones; así por ejemplo en Chile le han designado Miembro Honorario o
Correspondiente la Sociedad Científica, la Sociedad de Historia y Geografía y el
Club Andino; en Argentina la Sociedad Geográfica Americana y el Club Andino de
Bariloche; el Municipio de Punta Arenas le concedió la medalla de la ciudad, sus
amigos y hermanos salesianos le regalaron un cáliz de oro y nuestro Gobierno le
distinguió con la condecoración Bernardo O'Higgins en el grado de Comendador.
La Academia de Ciencias de Roma le otorgó un premio especial.

En 1960 el padre Alberto De María Agostini volvió al Piamonte como era
habitual en él, a la casa-madre que su congregación salesiana tiene en Valdocco
(Valle de los occisos); mientras redactaba el que sería el último de sus libros fue
atacado por una violenta neumonía que puso fin a su existencia en la noche de la
Navidad, el 25 de diciembre de ese año. Le rodeaban sus fieles hermanos se
veían el volumen inconcluso, libretas de apuntes, rollos de películas y un montón
de fotografías.

Recordando la majestuosa e imponente zona que durante tantos años fue
el teatro de sus actividades, terminaremos este trabajo con las palabras que
menciona uno de sus investigadores en recuerdo del Salmo bíblico:

Fríos y hielos, bendecid al Señor;
Hielos y nieves, bendecid al Señor!
-----
* Contraalmirante SN.

ooOoo
Filmaciones del Padre De Agostini


https://www.youtube.com/watch?v=WNLJgZZx2mI
https://www.youtube.com/watch?v=iUAdpLMIGt4



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