jueves, 14 de septiembre de 2017

1912 - Subsistencia de Nativos en Tierra del Fuego -Argentina



EL 14 DE SEPTIEMBRE DE 1912

El gobernador informa sobre la subsistencia de 155 nativos

14/09/2017
E
l gobernador Gabriel Fernández Valdés elabora un informe de ocho carillas, fechado este día, que envía al director general de Territorios Nacionales, Isidoro Ruiz Moreno. Allí, describe la situación en que se desenvuelven los sobrevivientes de los pueblos originarios fueguinos.
“En la actualidad, los indios del territorio no exceden de 155, entre hombres, mujeres y niños y trabajan en los establecimientos de campo, donde se encuentran repartidos más o menos de la siguiente forma: Estancia Sara, 15; Colonos salesianos 26 (contando los recientemente introducidos de la extinguida Misión de la Isla chilena Dawson); Primera y Segunda Argentina, 20; Río del Fuego y Harberton, 47; Cabo San Pablo, 16; Lago Fagnano, 2; Punta Remolino, 18; Ushuaia, 4; Lapataia, 1” (Enrique S. Inda. El exterminio de los onas).
Luego, detalla las cualidades de los nativos que se desempeñan en las estancias: “Hay a más un indio llamado Minquiol y cuatro compañeros que recorren las estancias trabajando como domadores”, y añade: “Generalmente estos indios ganan regulares sueldos y son considerados buenos peones, particularmente como campañistas. Son excelentes rastreadores y para buscar los animales extraviados en el monte poseen un maravilloso instinto, secundado por una vista poderosa y un oído delicadísimo. Estas cualidades vuelven inestimables los servicios de los indígenas en las estancias montuosas, donde son verdaderamente disputados”.
Los elogios son compensados con la mención de algunos vicios de los selk´nam: “Sólo dos causas influyen para que la situación de estos indios no se regularice por completo: sus hábitos nómades hereditarios que los impulsan irresistiblemente a abandonar los trabajos en ciertas épocas y el hecho que terminadas las faenas ganaderas, los estancieros reducen a un mínimo su personal, dejando sin trabajo a muchos indios, que obligados a vivir de la caza, tienen que recorrer grandes distancias para salir de la región de los campos ocupados donde, naturalmente, no se les permiten sus correrías por las mezclas y otros perjuicios que pueden ocasionar” (op.cit.).   
Mientras los hombres se iban amoldando a las necesidades de mano de obra de los estancieros, el proceso de mestizaje se profundizaba con las mujeres nativas que se integraban en matrimonios con los nuevos contingentes de hombres solos que se afincaron en la isla.
 Autor : Bernardo Veksler


El gobernador informa sobre la subsistencia de 155 nativos

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Instituciones buscan controlar amenaza del castor en la Patagonia



La iniciativa busca mejorar los marcos institucionales para el control, la prevención y gestión efectiva de las Especies Exóticas Invasoras en los ecosistemas de la región.
En Punta Arenas se realizó el Lanzamiento del proyecto GEF “Fortalecimiento y desarrollo de instrumentos para el manejo, prevención y control del castor (Castor canadensis), una especie exótica invasora en la Patagonia chilena”.

Esta iniciativa es un trabajo intersectorial en el que participa el Ministerio del Medio Ambiente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Corporación Nacional Forestal (CONAF) y Wildlife Conservation Society (WCS-Chile).

En la actividad se presentaron los alcances del proyecto financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF en inglés), cuyo objetivo es mejorar los marcos institucionales subnacionales para el control, la prevención y gestión efectiva de las Especies Exóticas Invasoras, en los ecosistemas de alto valor para biodiversidad en la región e incorporar la conservación en la gestión de paisajes productivos.

Eve Crowley, representante en Chile de FAO, manifestó la importancia de sumar esfuerzos tanto en el ámbito público y privado. “Los impactos que ha tenido el castor no se recuperan de manera natural y con acciones aisladas. Por eso el esfuerzo conjunto del Gobierno, las organizaciones ambientales, la comunidad y organismos internacionales es clave para abordar el problema”, indicó.

Se ha estimado que la abundancia de castores en el archipiélago fueguino podría estar entre 70.000 y 110.000 individuos (2006) y trabajos actuales del SAG documentan que sólo el 28% de los predios ganaderos de la isla hoy no tendrían presencia de castores en sus predios.

La actividad del castor fuera de su área natural de distribución no sólo afecta los ecosistemas mediante la corta de árboles, sino también por la disrupción del curso de agua y del ciclo hidrológico y químico en las cuencas afectadas. Se ha estimado que alrededor de la mitad de los bosques riparios de Tierra del Fuego ya han sido afectados, así como importantes áreas de turberas y sus valores combinados de biodiversidad y capacidad de mitigación del cambio climático.

Felipe Guerra Díaz, Biólogo Ambiental y Doctor en Economía Ecológica y Gestión Ambiental es Coordinador del Proyecto que se extenderá hasta 2020. “En este primer año debemos poner en marcha los pilotos, elaborar los borradores de marcos regulatorios de normativa regional y local y paralelamente trabajaremos en el área de Comunicación y Educación Ambiental. Durante los próximos años, debemos generar los insumos para el desarrollo de políticas públicas futuras para la gestión del castor como especie exótica invasora”, indicó.

El proyecto recuperará ecosistemas, biodiversidad terrestre y de agua dulce, altamente o potencialmente afectadas por el castor como especie exótica invasora. Además, validará metodologías de detección y erradicación en al menos 110.000 hectáreas y 1.000 km de cauces de agua a través del desarrollo de cuatro pilotos en las siguientes cuencas hidrográficas: Laguna Parrillar (Reserva Nacional y sitios aledaños), valle La Paciencia (Parque Karukinka), Río Marazzi (Tierra del Fuego) y al sudeste de la Provincia de Última Esperanza. @prensaantartica

Nuevo hallazgo paleontológico en la Antártica: Aprosdokitos mikrotero (pingüino enano)




Por Rodolfo Sanchez, director del Instituto Antártico Argentino

La isla Marambio, al noreste de la Península Antártica, tiene para los argentinos un nombre familiar. Allí se encuentra la conocida base Marambio, pero también es uno de los territorios más explorados y con mayor cantidad de hallazgos fósiles de toda la Antártida. Los campamentos científicos en esta isla cuya superficie está limpia de hielo son el escenario donde cada año se descubren nuevas piezas que ofrecen rastros del Eoceno, una era geológica que ronda los 40 millones de años de antigüedad.
Si bien los dinosaurios ya se habían extinguido, la fauna de aquella era difería mucho de la que cohabita con nosotros en la actualidad. Las aves reinaban en nuestro planeta y los pingüinos, en particular, mostraban especies de tamaños descomunales que podían superar los 2 metros de altura -el magnífico pingüino emperador que hoy puebla algunas regiones de la Antártida, en comparación, queda eclipsado con sus 1,2 metros de estatura-.

Sin embargo, científicos argentinos acaban de realizar un descubrimiento que agrega nueva información a lo que sabíamos sobre el ecosistema antártico del Eoceno: Dos húmeros minúsculos que habrían pertenecido a las alas de una especie desconocida de pingüinos.

En principio se creyó que, por su tamaño, se trataba de especímenes jóvenes, pero luego de varios estudios y la comparación de la morfología de los húmeros en pichones antárticos de distintas edades y las patologías óseas conocidas en las aves actuales, se llegó a la conclusión de que pertenecían a un pingüino adulto, sin malformaciones ni mutaciones aparentes.

La evidencia sugiere que esta especie, bautizada Aprosdokitos mikrotero, no habría superado los 40 cm de estatura. Todavía no tenemos mucha más información de este “pingüino enano”, salvo que compartió hábitat con otros pingüinos que lo quintuplicaban en estatura, y confirma que durante el Eoceno la Antártida no era un territorio tan hostil como en la actualidad, sino que permitió el desarrollo de una fauna muy diversa.

Este descubrimiento es el resultado del trabajo de un equipo de científicos argentinos del Instituto Antártico Argentino (IAA) -dependiente de la Dirección Nacional del Antártico de la Cancillería-, y de la División Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata (MLP). Por su relevancia, fue publicado en la prestigiosa revista científica alemana Neues Jahrbuch für Geologie und Paläontologie y dio lugar a la asignación de una nueva especie fósil.

Este proyecto, cuyo objetivo principal es reconstruir los paleoambientes del sector oriental de la Península Antártica en el lapso que media entre los períodos Jurásico y Terciario, lleva más de tres décadas de trabajos de campo en el marco de un proyecto de investigación de paleontólogos y geólogos argentinos del IAA trabajando en conjunto con los investigadores invitados del Museo de La Plata.

La investigación científica antártica es un pilar fundamental de nuestra Política Nacional Antártica, que tiene por finalidad el afianzamiento de los derechos argentinos de soberanía en la Antártida y el incremento de la influencia de la Argentina en la toma de decisiones en el Sistema del Tratado Antártico. Estos resultados son consecuencia del continuo desarrollo y soporte a las investigaciones científicas del Instituto Antártico Argentino, respaldadas por la Dirección Nacional del Antártico, donde se diagrama esta Política Nacional.

El misterioso ADN descubierto en una cueva bajo el hielo de Antártica



Bajo un denso manto de hielo, en las profundidades del continente antártico, podría haber plantas y animales viviendo el clima cálido de las cuevas subterráneas.
Esto es lo que propone un equipo internacional de científicos que investigaron un extenso sistema de cuevas subterráneas alrededor del Monte Erebus, el segundo volcán activo de Antártica, en la isla de Ross.
Las muestras de suelo recogidas en las cuevas revelaron rastros de ADN de algas, musgos y pequeños animales.

Según explicó Ceridwen Fraser, investigadora de la Universidad Nacional de Australia (ANU), en Canberra, y coautora del estudio, la mayoría de las muestras se parecen a la de plantas y animales del resto de Antártica.

Sin embargo, algunas secuencias no pudieron ser identificadas, con lo cual una investigación más completa podría revelar especies que aún no han sido descubiertas.

Ambiente cálido

"Dentro de las cuevas puede estar muy cálido (hasta 25º en algunas cuevas). Puedes estar en camiseta y sentirte cómodo", afirmó Fraser.
"Cerca de la entrada hay luz y en algunas cuevas la luz se filtra a más profundidad cuando la capa de hielo es delgada".

Derechos de autor de la imagen NASA/GSFC/METI/ERSDAC/JAROS, y U.S./Japan ASTER
Image caption En las cuevas bajo el hielo cerca del volcán las temperaturas pueden alcanzar los 25º.
Según la investigadora, las muestras son evidencia de que potencialmente hay plantas y animales vivos en las cuevas.

"Pero no los hemos visto y por lo tanto no podemos estar seguros", le dijo la investigadora a medios australianos.
Todo indica "que puede haber comunidades enteras de plantas y animales que no conocemos viviendo bajo el hielo", añadió.

En busca de los animales

Craig Cary, investigador de la Universidad de Waikato en Nueva Zelanda y coautor del estudio, señaló que investigaciones previas habían descubierto una serie de bacterias y hongos en los volcanes antárticos.

"Los hallazgos de este nuevo estudio indican que puede haber plantas y animales más complejos también".

Los investigadores deberán ahora confirmar si están o no en las cuevas.

"Los próximos pasos consistirán en mirar en más detalle las cuevas y buscar organismos vivos. Si existen, abren la puerta a un mundo nuevo y emocionante", afirmó Laurie Connell, coautora del estudio de la Universidad de Maine.

El continente blanco contienen varios volcanes, agregan los investigadores. Esto significa que los sistemas de cuevas subglaciales podrían ser más comunes de lo pensado.

ooOoo

Monte Erebus

Fuente texto e imágenes: https://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Erebus

Monte Erebus
Mt erebus.jpg
 ... Es el volcán activo más austral de la Tierra. Tiene una altitud de 3.794 metros y está localizado en la isla de Ross, que también tiene otros tres volcanes inactivos, entre ellos el monte Terror. Esta montaña forma parte del Anillo de Fuego del Pacífico, que incluye 160 volcanes activos.
Se ha observado que este volcán ha estado continuamente activo desde 1972, y en sus inmediaciones se encuentra el Observatorio del Volcán Monte Erebus, dirigido por el Instituto de Tecnología y Minería de Nuevo México (New Mexico Tech). Es uno de los tres volcanes de la Antártida (junto a la isla Decepción y a la isla Buckle) en donde se han observado erupciones2
El cráter es uno de los pocos lagos de lava permanentes en el mundo.

Historia

El monte Erebus fue descubierto el 27 de enero de 1841 por el explorador polar Sir James Clark Ross, cuyas naves se llamaban HMS Erebus y HMS Terror, (que también fueron usadas por Sir John Franklin en su desastrosa expedición al Ártico). Tanto la nave como el volcán toman su nombre de Érebo, el dios griego primigenio, personificación de la oscuridad y las sombras e hijo de Caos y Ananké.
El primer ascenso completo hasta el borde del cráter principal fue realizado por Edgeworth David y su equipo, miembros de la expedición Nimrod de 1908, liderada por sir Ernest Shackleton.3​ El primer ascenso conocido en solitario a este monte fue realizado por Charles J. Blackmer entre el 19 y el 20 de enero de 1991. Blackmer, un herrero que trabajó por muchos años en la estación McMurdo, completó esta escalada en un período de 24 horas, tomándole el ascenso aproximadamente unas 17 horas. Este evento ha sido citado en dos libros sobre experiencias en la Antártida: Terra Incognita de Sara Wheeler y Big Dead Place (Gran Lugar Muerto), de Nicholas Johnson.


Monte Erebus ubicada en Antártida