martes, 27 de noviembre de 2018

Inédita investigación halló diferentes linajes de algas en Sudamérica y la Antártica




A través de análisis genéticos, un estudio en el que participaron científicos del Centro IDEAL y la UMAG, cambió la manera en que históricamente se habían clasificado estos organismos en la zona.
El Paso Drake, catalogado uno de los más peligrosos del mundo, es el tramo de mar que separa América del Sur de la Antártica. A lo largo de su historia, la comunidad científica lo ha descrito como una barrera biogeográfica que ha separado especies y organismos, entre ellos, las macroalgas, que poseen una amplia distribución en el Océano Austral.

A pesar de la distancia física entre las macroalgas de Sudamérica y las del continente blanco, hasta la fecha, ambos grupos eran considerados la misma especie. Sin embargo, una reciente investigación demostró lo contrario.

Un estudio publicado en la revista científica Journal of Applied Phycology en el que participaron investigadores del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) y de la Universidad de Magallanes (UMAG), determinó que existen linajes evolutivos completamente distintos de macroalgas en Sudamérica y la Antártica.

“Los informes históricos indicaban que las especies que están al norte y sur del Paso Drake son las mismas. Nosotros demostramos que en el caso de las macroalgas esto no es así, debido a que existe un aislamiento entre América del Sur y la Antártica, es decir, hay especies endémicas distintas en ambos lugares”, explica el investigador del Centro IDEAL, Dr. Claudio González –Wevar.

Para determinar si existía un patrón generalizado, los investigadores trabajaron con tres grupos de macroalgas: verdes (Ulva), pardas (Adenocystis) y rojas (Iridaea). En cada una de las especies analizadas, el resultado fue el mismo. Los científicos reconocieron la presencia de linajes diferentes a ambos lados del Paso de Drake. Paralelamente, la separación en todos los grupos analizados no puede ser explicada por tectónica de placas o la separación física de los continentes, que ocurrió hace unos 40 millones de años.

“Estos datos se basan en análisis de muestras de tejido en laboratorio a través de la metodología de biología molecular, una herramienta que está transformando rápidamente nuestra visión de la diversidad de algas en los distintos océanos del mundo”, aseguró la investigadora del Centro IDEAL, Dra. Marie-Laure Guillemin.

La investigación se enmarca en el proyecto de tesis “Divergencia molecular de especies de macroalgas co-distribuidas a través de la región de Magallanes y la Península Antártica” de la estudiante Paula Ocaranza-Barrera, perteneciente al programa de magíster Manejo y Conservación de Recursos Naturales en Ambientes Subantárticos de la UMAG.

jueves, 15 de noviembre de 2018

UNIVERSIDAD DE MAGALLANES DE CHILE - Diez becas para estudiantes de la Patagonia Sur

UNIVERSIDAD DE MAGALLANES DE CHILE

Diez becas para estudiantes de la Patagonia Sur

La convocatoria está dirigida a estudiante del último año de la escuela secundaria y que acrediten promedio general no inferior a 6.
15/11/2018
L
a Universidad de Magallanes, conjuntamente con la Agencia de Cooperación Internacional de Chile, anunció que ofrece diez becas para alumnos fueguinos interesados en cursar estudios completos en los Centros Universitarios de la UMAG, de Punta Arenas, Puerto Natales y Porvenir. 
Las becas están destinada a alumnos argentinos residentes en las provincias de Tierra del Fuego y Santa Cruz que egresen en el año 2018 de la escuela secundaria. 
Para postular al beneficio, de carácter presencial y dedicación exclusiva durante el calendario académico, los interesados deben acreditar ciudadanía argentina, y residencia en ciudades de la zona austral de la República Argentina, limítrofe a la Región de Magallanes y Antártica Chilena; ser estudiante del último año de la escuela secundaria; contar a la fecha de postulación un promedio general de notas de estudios secundarios de un mínimo de 6  puntos; rendir eventuales pruebas o examen de ingreso según los programas de estudios que así lo requieran, y en caso de ser menores de 18 años presentar la autorización ante escribano público de sus responsables legales.
De acuerdo a la información difundida por la Subsecretaría de Relaciones Internacionales de la Provincia, se priorizarán aquellas carreras vinculadas a Desarrollo Social, Agricultura y Seguridad Alimentaria, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Energía, Cooperación Económica para el Desarrollo, Fortalecimiento y Modernización de la Gestión Pública, Género, Innovación y Desarrollo en ámbitos Tecnológico, Social y Económico.
La beca consiste en una asignación mensual de 350.000 pesos chilenos pagadera desde el primer mes de inicio del semestre académico y hasta el mes de diciembre de cada año, hasta el término del plan lectivo de estudios. Más una asignación de 90.000 mil pesos chilenos, para adquisición de libros, por una vez, durante el plan de estudios; un seguro de asistencia en viaje, para emergencias de salud o accidentes que afecten al titular de la beca durante su permanencia en Chile, el financiamiento de pasajes interurbanos al inicio y término del año académico, desde la ciudad de origen y hasta la ciudad de estudios en Chile, y posterior retorno en igualdad de condiciones.
El período de inscripción rige entre el 1° de octubre del 2018 y hasta el 15 de enero de 2019, en tanto que los resultados se publicarán el 25 de enero de 2019.
Los interesados deberán remitir su postulación directamente a la UMAG, mediante carta certificada dirigida a Patricia Guerrero Vásquez, Directora Movilidad Estudiantil y Académica, Av. Bulnes N° 01855, Punta Arenas, Chile y adicionalmente en copia digital PDF, a patricia.guerrero@umag.cl

En caso de requerir información adicional deberán tomar contacto con la Subsecretaría de Relaciones Internacionales del Gobierno de la Provincia.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Confirman la existencia de un “paso de indios” en Yendegaia




EL 2 DE NOVIEMBRE DE 1885

Confirman la existencia de un “paso de indios” en Yendegaia

02/11/2018
E
ste día, Thomas Bridges confirma la existencia de un “paso de indios”, que era utilizado desde tiempos remotos por los nativos para cruzar desde el seno del Almirantazgo hasta la bahía Yendegaia. “Para nuestra gran sorpresa y placer encontramos una partida de doce hermosos hombres de la Isla Dawson y alrededores. Habían venido unos pocos días antes, habiendo cruzado desde el Seno Almirantazgo hasta Lupataia [Lapataia] (...) nuestro antiguo conocido Pedro, de los de Europa, estaba con ellos y los condujo acá” (Samuel García O. Los orígenes de las comunicaciones terrestres en el sur de Tierra del Fuego).
Unos años antes, en mayo de 1882, el italiano Giacomo Bove había dejado un indicio del sendero: “La tradición recuerda que Iandagaia (Yendegaia) constituía un fácil medio de comunicación entre los fueguinos del canal Beagle y los del Almirantazgo”.
El tránsito de nativos quedó también registrado por los anglicanos, en 1889, John Lawrence escribió: “hemos tenido el placer de dar la bienvenida a la estación misionera a una partida de indios Alaculoof (...) Ellos habían viajado muchas millas a pie, cruzando montañas y valles, y varios ríos (…) En esta ocasión solamente los hombres habían llegado hasta Ooshooia y su principal abrigo eran pieles de guanacos. Las mujeres y los niños se habían detenido en Lupataia…”
Con el avance de la ocupación territorial, el sur de Tierra del Fuego “fue un lugar de gran interés para varios exploradores, principalmente por la búsqueda del anhelado paso indio que comunicaba el seno Almirantazgo con el canal Beagle”.  
La Comisión Internacional de Límites enriqueció la información con su labor de campo. El primer explorador en aprovecharla fue el sueco Otto Nordensjköld, quien penetró, en febrero 1896, desde el seno Almirantazgo para llegar al lago Fagnano. Remontó el río Azopardo y a unos cuatro kilómetros de alcanzar el lago, “ingresó por un valle que se abre al sur (denominado actualmente Intimani), al trasponerlo divisó desde las alturas el río Betbeder”, pero no encontró el ansiado paso. Alcanzó “el lago Fagnano y luego regresó al seno Almirantazgo sin alcanzar su objetivo (…) la expedición retornó a Punta Arenas (op.cit.).
También recorrió la orilla norte del Beagle, en Lapataia, hasta el lago Acigami, tenía la curiosidad de encontrar el rumoreado paso. Se sabía de ello, pero se desconocía la ruta exacta.
 Autor : Bernardo Veksle

viernes, 14 de septiembre de 2018

Publican el mapa más completo y detallado de la Antártica




El nuevo mapa cubre el 98% de la Antártica, esto a latitud de 88 grados, el mapa lo pudieron crear a base de miles de imágenes satelitales que orbitan en polo, el grupo de científicos mezcló las imágenes en programa que generó el mapa que tiene el tamaño de 150 terabytes, informó RT Noticias.

Los científicos de Minnesota aseguran que este es gran avance ya que ahora podrá observarse cada objeto del continente y podrán hacerse pronósticos más preciso sobre el colapso de los mantos de hielo.

Así mismo ayudará a que investigadores organicen expediciones. “Hasta ahora, teníamos mejor mapa de Marte que de la Antártica”, aseguró el glaciólogo de la Universidad Estatal de Ohio Ian Howat, quien dirigió el proyecto. “Ahora es el continente con mejor mapa”.

Más información: www.pgc.umn.edu/data/rema/

jueves, 6 de septiembre de 2018


Fuente

Martes 4 de septiembre de 2018


En el día de hoy se realizó en el Palacio San Martín la Primera Reunión de la Comisión Bilateral Argentina Chile de Cooperación en Investigación Científica Marina Austral.

Durante la reunión las delegaciones de ambos países acordaron la conformación de la Comisión, integrada por instituciones públicas de ambos países, el ámbito espacial de sus actividades, los lineamientos básicos de su funcionamiento y el calendario de los futuros encuentros. Además, intercambiaron opiniones sobre los temas de interés científico común, y en particular, avanzaron en el proyecto de un crucero científico conjunto en el Canal Beagle.

El trabajo conjunto en materia de investigación científica marina permitirá conocer mejor la biodiversidad y los procesos biológicos en la zona austral y mediante el conocimiento preservar de manera más eficiente el medio marino para las generaciones futuras.

La delegación argentina estuvo integrada por representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, la de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, el Servicio de Hidrografía Naval, el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) y la Administración de Parques Nacionales. 

La delegación de Chile estuvo integrada por representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Embajada en Buenos Aires, la Armada, el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), el Ministerio de Medio Ambiente, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica y el Programa Iniciativa Científica Milenio del Ministerio de Economía.

Gardiner escribe la última anotación en su diario personal

"EL 6 DE SEPTIEMBRE DE 1851

Gardiner escribe la última anotación en su diario personal

06/09/2018
&
ldquo;Grande y generoso es el amor y la amabilidad de nuestro agraciado Dios conmigo. Él me ha preservado hasta ahora, y por cuatro días, a pesar de estar sin comida para el cuerpo, sin ninguna sensación de hambre o sed”, escribe, este día, Allen Gardiner la última anotación en su diario personal.
Un mes más tarde, el diario fue encontrado junto al cadáver del anglicano, cuando el comisionado Smyley llegó a Puerto Español, gracias a las indicaciones que habían dejado escritas los náufragos en una roca. Smyley había salido de las islas Malvinas en la búsqueda de Gardiner y su gente, de la que se carecía de noticias.
Gardiner había zarpado de Inglaterra en septiembre de 1850. La expedición, que se componía de dos embarcaciones, se proponía iniciar una campaña de catequización entre los canoeros.
“En principio él pretendía que la Misión estuviera a flote en sus embarcaciones y no en tierra, pero los dos lanchones de ocho metros de eslora por tres metros de manga, no resultaron ser adecuados para llevar esto a cabo. Además cometieron el error fatal para ellos, de olvidar la pólvora de sus armas en la nave mayor. No pudieron prodigarse bien de alimentos ni de caza y no supieron cómo establecer contacto ni mantenerse a salvo del natural acercamiento de los yaganes. Frente a estas dificultades decidieron ir a refugiarse hasta Puerto Español, en la costa norte del canal Beagle, sobre la Isla Grande de Tierra del Fuego. Allí, a pesar de la aparente seguridad en relación a los indígenas, el lugar rápidamente demostró no ser una buena bahía, lo que llevó a encallar a una de las embarcaciones. Conformaron entonces un refugio con el bote, una especie de habitación en tierra” (La Casa Stirling. Misiones anglicanas entre los yaganes de Tierra del Fuego).
En Puerto Banner dejaron una señal de auxilio. En una roca, visible para los barcos que pudieran navegar por el Beagle. Allí, escribieron: “Cabe abajo, vaya a Puerto Español. Marzo 1851”. En botellas estaban los detalles de su ubicación y de su situación: “Tenemos enfermos abordo; nuestras provisiones se acaban; si no nos rescatan pronto moriremos de hambre”. Informaban que permanecerían esperando “que una embarcación venga en nuestra ayuda”. 
La espera fue infructuosa y los expedicionarios anglicanos fueron pereciendo por efecto de las enfermedades, el frío y el hambre.
 Autor : Bernardo Veksler "

miércoles, 29 de agosto de 2018

Imagen de la Vía Láctea y las Nubes de Magallanes tomada desde Chile



http://www.eluniversohoy.net/wp-content/uploads/2018/08/39934093045.jpg


En esta espectacular imagen vemos el arco luminoso de la Vía Láctea que se extiende a través del cielo por encima del Observatorio La Silla de ESO, en Chile. En el suelo, a la derecha, vemos la cúpula del Telescopio de 3,6 metros de ESO, y a la izquierda el plato del SEST (Swedish-ESO Submillimetre Telescope, telescopio submilimétrico sueco-ESO), el cual fue dado de baja en 2003 para dar paso a herramientas más avanzadas como APEX y ALMA.

La Vía Láctea domina esta imagen, que muestra claramente por qué La Silla es uno de los mejores lugares del mundo para la observación astronómica, famoso por sus cielos oscuros y despejados. Desde la cima del brillante arco cuelga un llamativo objeto rojo conocido como nebulosa de Gum. Se trata de un tipo de objeto que encontramos en regiones similares a lo largo de la banda de la Vía Láctea, una nebulosa de emisión, en la que el gas brilla por la radiación emitida por estrellas brillantes cercanas. La banda brillante de la Vía Láctea está quebrada por oscuros filamentos de polvo en los que se forman las estrellas, estrellas que se sumarán al espectáculo en los milenios venideros.

Bajo el arco vemos a una de las galaxias enanas compañera de la Vía Láctea, la Gran Nube de Magallanes; debajo, justo a la derecha del plato del telescopio sueco-ESO, está la segunda compañera, conocida (como era de esperar) como la Pequeña Nube de Magallanes. A la derecha de la imagen se encuentra el planeta Júpiter, que brilla intensamente contra el débil resplandor de la luz antisolar (Gegenschein), un fenómeno que sólo se ve en los cielos más oscuros. Aunque se trate de una visión poco común para la mayoría, esta exhibición celeste es común en los lugares de observación astronómicos como La Silla.

CréditoP. Horálek/ESO     

martes, 24 de julio de 2018

Informe de la reunión anual del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales




La 30.ª Reunión Anual del Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP) se celebró en el Centro de Convenciones de Garmisch-Partenkirchen, Alemania, desde el 11 al 13 de junio de 2018 y fue organizada por el Programa Antártico Nacional de Alemania, el Instituto Alfred Wegener.

A la reunión asistieron representantes de 29 organizaciones miembros de COMNAP, de un total de 30 [nota: la delegación chilena fue encabezada por el Dr. Marcelo Leppe, del INACH]. Se aceptaron las disculpas del Programa Antártico Nacional de Ecuador. También asistieron observadores de los programas antárticos nacionales de Canadá, Malasia, Portugal, Suiza y Turquía. Otros Observadores Expertos del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR), la Secretaría del Tratado Antártico, el Comité para la Protección del Medio Ambiente (CEP), la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártica (IAATO), el proyecto del Sistema de Observación del Océano Austral (SOOS) y el proyecto Año de Predicción Polar (YOPP) también estuvieron presentes durante varias secciones de la reunión. Esta ha sido una de las reuniones más grandes de COMNAP, con un total de más de 200 participantes.

Los miembros participaron en animados debates e intercambiaron información de pretemporada para el período de investigación antártica 2018-2019.

El Grupo de Expertos de Seguridad del COMNAP sostuvo una discusión sobre el tema de acoso en la Antártica, hubo una actualización de telemedicina que incluyó un enlace directo con el médico de invierno actualmente desplegado en la estación Neumayer de Alemania y una sesión centrada en la facilitación de la ciencia particularmente en el contexto de plataformas marinas.

Muchos Programas Antárticos Nacionales compartieron información sobre las capacidades de sus buques de investigación, incluidas muchas construcciones nuevas en proceso o ya terminadas.
El nuevo Sistema de Seguimiento de Activos (CATS) de COMNAP continúa evolucionando y expandiéndose para incluir tanto a los aviones como a los movimientos de los buques. La herramienta fue reconocida por la asamblea como un importante sistema de apoyo científico que está diseñado para optimizar los movimientos de activos con el fin de apoyar la coordinación internacional de la ciencia y en los casos en que pueda surgir una situación de emergencia.

COMNAP continúa un significativo trabajo en temas ambientales. Este año la atención se centró en comprender las fuentes de plástico y cómo reducir los impactos del plástico en los ambientes antárticos terrestres y marinos. Los Programas Nacionales Antárticos reconocen que es necesario realizar más investigaciones, las que deben ser estimuladas tanto en la Antártica como en sus alrededores para comprender mejor los impactos de la contaminación por plástico.

El Grupo de Expertos en Medioambiente también examinó los impactos acumulativos, la reducción del riesgo de introducción de especies no autóctonas y una mayor reducción del uso de combustibles fósiles en las operaciones antárticas. La promoción de prácticas y tecnologías de eficiencia energética en las estaciones de investigación fue un mensaje clave para todos los miembros del COMNAP.

COMNAP continúa enfocándose en una variedad de cuestiones relacionadas con la seguridad de la vida humana, anunciando su intención de convocar el IV Taller de Búsqueda y Salvamento (SAR) en Nueva Zelandia en mayo de 2019 y también continuar recabando datos relacionados con la actividad aérea en la Antártica, incluido el uso de Sistemas de Aviones Piloteados en Forma Remota (RPAS) utilizados en apoyo de la ciencia, operaciones y logística, para informar las discusiones planeadas para la Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA) XLII en 2019.

La Dra. Kelly K Falkner, directora de la Oficina de Programas Polares de la NSF (EE. UU.), continúa en su período de tres años como presidenta del COMNAP. Rob Wooding (AAD/Australia) completó su mandato de cuatro años como vicepresidente y Peter Beggs (Antarctica, Nueva Zelanda) fue elegido para el puesto de vicepresidente por un período de tres años (hasta la Asamblea General del año 2021). Peter se une a los otros vicepresidentes del COMNAP: Javed Beg (NCAOR/India), John Guldahl (NPI/Noruega), Agnieszka Kruszewska (IBB PAS/Polonia) y Uwe Nixdorf (AWI/Alemania). Michelle Rogan-Finnemore continúa como Secretaria Ejecutiva y completa el Comité Ejecutivo del COMNAP de siete miembros.

El COMNAP celebró su trigésimo aniversario con una serie de eventos y anunció que el Prof. Kazuyuki Shiraishi, anterior presidente de COMNAP, fue honrado con un topónimo en la Antártica en reconocimiento a sus tres décadas de trabajo en la región. El lugar es Shiraishi Peak, una cumbre parcialmente libre de hielo a 1640 m de altura, en una cresta prominente en las colinas Meteorite, al sur de la Tierra Victoria, Antártica.

La próxima asamblea anual se llevará a cabo en Plovdiv, Bulgaria, del 29 de julio al 1 de agosto de 2019 y será organizada por el Instituto Antártico Búlgaro. Fuente INACH.

ooOoo

“Los desechos de plástico, invitados no deseados en la Antártica”


Por Andrés Barbosa para Prensa Antártica
Investigador en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, Madrid, Spain

Cuando se habla de la Antártida, habitualmente se utilizan descripciones acerca de un lugar prístino y prácticamente libre de la acción humana. Si bien en un territorio con una extensión tan amplia, 14 millones de kilómetros cuadrados, existen zonas muy diferentes en relación a la presencia humana y efectivamente una gran proporción del territorio está formado por lugares donde el hombre no ha puesto nunca el pie y por tanto su impacto podría calificarse de mínimo.

Otras áreas, sin embargo, han sido un lugar preferencial para la visita y asentamientos humanos desde los primeros tiempos en que esta región fue descubierta. En general estas zonas coinciden con las regiones más cercanas a otros continentes como es el caso de la zona norte de la península antártica donde se incluye el archipiélago de las Shetlands del Sur.

Descubiertas a principios del siglo XIX, estas islas han sido testigo de la explotación de los recursos naturales de la zona tales como las poblaciones de lobo marino de dos pelos, focas o ballenas y más actualmente del krill.

Por otra parte es esta la zona donde en la actualidad se da la mayor presencia humana en el continente, con la presencia de 17 bases antárticas que acogen a unos 450 científicos y un contingente de más de 20000 turistas que la visitan cada año.

Actualmente las pautas de conducta medioambiental derivadas del Protocolo de Protección Medioambiental o Protocolo de Madrid hace que tanto las bases científicas como las expediciones turísticas tengan un comportamiento que trata de reducir el impacto al mínimo avanzándose cada año hacia el establecimiento de nuevas pautas que lo puedan reducir aún más.

Sin embargo, existe otra amenaza para las costas de esta región que queda fuera de la protección del Protocolo de Madrid y es la llegada de basura, principalmente restos de plástico procedente del mar y que probablemente empujada por los temporales y tormentas que circunvalan la Antártida se va depositando en las costas más expuestas de esta región.

La invasión de restos de envases y materiales de plástico en todo el planeta se ha convertido en un problema global, ya no solo es importante su acumulación en las zonas más cercanas a su fabricación y uso sino que aparecen en lugares remotos como las zonas más alejadas e inaccesibles del océano y también sucede en las costas de la Antártida.

Recientemente durante una expedición científica de tres semanas en la península Byers, isla Livingston, hemos podido constatar este hecho y como amplias zonas de costa están repletas de estos restos cuya vida media se estima en centenares de años.

Esta zona está categorizada como Zona Antártica Especialmente Protegida y posee uno de los planes de gestión más estrictos desde el punto de vista medio ambiental. No existen bases en las cercanías aunque si un campamento formado por dos iglús de 6×2 metros y en los que como máximo pueden convivir 8 personas.

La única actividad humana permitida en este tipo de lugares es la científica y la presencia humana queda restringida a los investigadores y personal técnico estrictamente necesario, básicamente de apoyo para la seguridad.

Durante nuestra estancia recorrimos como parte de nuestro trabajo diversas playas situadas principalmente en la zona norte y noroeste de la península y pudimos ser testigos de la elevada cantidad de restos de esos envases y materiales de plástico que habitualmente incluían boyas de barcos, botellas, y recipientes de gran tamaño. Una buena parte de esta basura, hasta la medida en que podíamos transportarlas por nuestros medios hasta el campamento fue retirada de las playas y posteriormente sacadas de la isla en el buque Sarmiento de Gamboa con destino a la base española Juan Carlos I para proceder a su procesado y retirada definitiva de la Antártida.

Por la posición y orientación de las playas es poco probable que estos restos vengan de las actividades llevadas a cabo en la zona, aunque no puede ser descartable, y si es más probable que sean restos descuidadamente tirados en otras regiones fuera de la Antártida y que terminan siendo depositados en esta región con el consiguiente peligro para la fauna y el incremento de la contaminación.

Ser testigo de esta situación en un lugar supuestamente alejado del impacto humano aumenta la conciencia de que acciones que realizamos en nuestro entorno más cercano tienen repercusión en lugares remotos alterando su medioambiente. Es necesario por tanto hacer un llamamiento hacia un uso racional de este tipo de envases y materiales reduciéndolos al máximo, aplicando un cuidado especial sobre su tratamiento, incrementando la implicación de los consumidores en su reciclado y exigiendo a nuestras autoridades una apuesta por una economía circular que reduzca de forma significativa la cantidad de deshechos que generamos.

La Antártida nos sirve de testigo y centinela para dar la voz de alarma ante situaciones que muchas veces no imaginamos que puedan estar sucediendo, este es un caso claro, de ahí su importancia para conservar sus valores y divulgar los problemas medioambientales de los que con nuestra actuación aunque sea a muchos miles de kilómetros somos responsables. @prensaantartica

¿Es común que se congele el mar? Científico del Centro IDEAL explica qué sucedió en Puerto Natales




El fenómeno se debió a la combinación de diversos factores: poco viento, baja temperatura y un descenso en la salinidad superficial del mar.

Durante estos días, los habitantes de Puerto Natales se encontraron con un escenario pocas veces visto: parte del Canal Señoret, conocido internacionalmente por su belleza escénica, amaneció congelado.

Pese a que el fenómeno sorprendió a los natalinos, poco impresionó a la comunidad científica. El oceanógrafo del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile, Dr. Ricardo Giesecke, asegura el congelamiento del mar en Puerto Natales se pudo haber debido a la combinación de una serie de condiciones que propiciaron este fenómeno natural.

“El congelamiento del mar en la forma que ocurrió en Puerto Natales, tuvo que haber sido favorecido por la combinación de tres factores: una baja salinidad en superficie, baja intensidad de viento y bajas temperaturas atmosféricas. El mar normalmente contiene un 77.8% de sales disueltas, lo que cambia la temperatura de congelación del agua según la cantidad de sal que esta posea, pero con una temperatura de -1,9 grados ya se podría congelar”, comentó el Dr. Giesecke.

La capa de hielo que se formó en Puerto Natales fue superficial, esto quiere decir que el agua está debajo, prácticamente mantiene su temperatura. Por lo tanto, el plancton y otros organismos que habitan allí no deberían verse afectados.

La congelación del mar es un fenómeno circunstancial, que no es ocasionada por el calentamiento global. Según el Dr. Giesecke, el mayor impacto de formación de hielo se observa en la Antártica, fenómeno que ocurre en invierno. En ese periodo, el agua que rodea a los témpanos se vuelve muy salada y fría, aumentando su densidad. Esto produce que el agua fría y salada se hunda hasta el fondo, a unos 10 a 30 metros, congelando todo lo que se encuentra en su paso. Las especies que tienen limitada movilidad, como erizos de mar o estrellas, que mueren congeladas durante estos eventos.
Fuera de la novedad del congelamiento mar, este proceso físico es muy conocido pero pocas veces observado, por lo que podría volver a suceder si se presentaran condiciones similares: poco viento y bajas temperaturas.

lunes, 23 de julio de 2018

Científicos logran validar el uso del hielo antártico como “termómetro” del clima pasado




Tras ocho años de estudio y cinco campañas en el Continente Blanco, un equipo multidisciplinario logró “construir” un método que permitirá determinar, en base a la composición química del hielo, el clima del pasado en una zona de alto interés científico planetario: la península Antártica.

Estudiar el cambio climático en la península Antártica no es una tarea sencilla. Si a la difícil logística se suma el hecho de que existen muy pocos registros meteorológicos y los que hay son recientes e irregulares en el tiempo o están demasiado dispersos geográficamente, la tarea se torna compleja.
La comunidad científica experta en clima había propuesto utilizar el hielo antártico como sensor meteorológico. Sin embargo, el hielo parece tener un lenguaje difícil de interpretar, no pudiendo hacerse una lectura directa de este.

Eso es justamente lo que un equipo multidisciplinario logró revertir, según lo publicado recientemente en la prestigiosa revista The Cryosphere. En un extenso artículo denominado “Nuevos conocimientos sobre el uso de isótopos estables de agua en la península Antártica septentrional como herramienta para los estudios climáticos regionales”, detallaron una combinación de datos provenientes del análisis a nivel atómico del hielo, con mediciones meteorológicas, validando al hielo como un verdadero “termómetro” e indicador de condiciones ambientales.

Francisco Fernandoy Pedreros, geólogo chileno y autor principal del artículo, lideró un equipo de expertos en geofísica, meteorología, glaciología y estadística que estudiaron en terreno la península Antártica entre el 2008 y el 2015. Allí colectaron muestras de hielo, datos meteorológicos y geofísicos. Fernandoy señala que “la publicación de esta investigación valida científicamente que el estudio químico del hielo es un indicador de temperatura y, por lo tanto, puede usarse como un código para reconstruir las condiciones del clima del pasado”.

Península Antártica

El Continente Helado se mantiene así no solo por la baja radiación que recibe en la alta latitud en la que se encuentra, sino también por el alto albedo (reflejo de la radiación solar sobre el hielo). Junto con esto, se encuentra bien aislado oceánica y atmosféricamente del resto del planeta. A nivel oceánico, la Corriente Circumpolar Antártica (CCA) fluye sin cesar de oeste a este. A nivel atmosférico, las corrientes llamadas “vientos del oeste” o “Westerlies” (término en idioma inglés), circulan en la misma dirección. Ambos flujos generan una barrera de agua y aire alrededor de la Antártica.

Por otra parte, la forma de la península Antártica, una desafiante y atractiva cadena de montañas y glaciares que se proyectan hacia el norte, hace que el sistema océano-atmósfera, en su flujo natural, se encuentre directamente con su cara oeste, influyendo sobre la formación de hielo marino estacional y la acumulación de nieve que da paso a la formación de hielo glaciar.

Si a esto agregamos que el agua del mar y los vientos del oeste son, en promedio, más cálidos desde la era industrial y que el relieve de la Península es impactado de manera diferente según latitud, altitud y estacionalidad, el panorama se pone aún más difícil de interpretar, pero no imposible. Esto fue lo que Fernandoy y colaboradores estudiaron por ocho años.

El hielo como termómetro

El equipo científico integrado por investigadores de diferentes experticias y nacionalidades, fueron cinco veranos a terreno para extraer más de 10 testigos de hielo de veinte metros de profundidad, en un gradiente altitudinal que iba desde la costa en las cercanías de la base O’Higgins, ubicada en la costa oeste de la península Antártica, hasta los 1130 metros sobre el nivel del mar, en el plateau Laclavère.

Cada testigo de hielo extraído, fue conservado y transportado, primero a la base Escudero del Instituto Antártico Chileno, en la isla Rey Jorge, y luego procesado en salas frías especialmente acondicionadas en Viña del Mar. Finalmente, fueron trasladados a laboratorios de isótopos estables de la Universidad Nacional Andrés Bello y del Alfred Wegener Institut, en Alemania, para someterlos a análisis. Allí se extrajo y procesó cada una de las capas de hielo estacionales que se correspondieran con los años 2008 a 2015. Se analizaron más de cinco mil muestras de hielo, con sus respectivas réplicas para total validez científica.

La proporción isotópica de las muestras de nieve y hielo sacadas de la Antártica, se comparó con los registros meteorológicos diarios y mensuales de presión a nivel del mar y precipitaciones, registradas en la estación rusa Bellingshausen, en la isla Rey Jorge, y en la base chilena Bernardo O’Higgins, en la costa oeste de la península Antártica, además de datos de humedad relativa del océano circundante, temperatura superficial del mar, cobertura de hielo marino y temperatura del aire obtenidos in situ y también en las bases de datos públicos, aportados por la comunidad científica internacional.

Fuente INACH.
Más información en INACH

Nuevo estudio revela récord del cochayuyo: viajó 20 mil kilómetros hasta llegar a la Antártica




Un trabajo científico publicado recientemente en la prestigiosa revista Nature Climate Change, en el que participaron dos investigadores chilenos del Centro IDEAL, ha encontrado pruebas de que el continente blanco no está tan aislado como se había pensado.

Cuando el Dr. Erasmo Macaya, investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) y académico de la Universidad de Concepción, se topó con un cochayuyo en una playa de la Península de Fildes, Isla Rey Jorge, Antártica, supo que había encontrado algo significativo.

Una nueva investigación publicada recientemente en la prestigiosa revista internacional Nature Climate Change por un equipo internacional multidisciplinario de científicos –entre ellos, dos chilenos–revela cuán importante fue ese hallazgo. Los investigadores descubrieron que esa alga se había desplazado aproximadamente 20 mil kilómetros para llegar a esa orilla, por lo que representa el evento biológico de “rafting” o viaje a la deriva por la superficie del mar, más extenso hasta ahora registrado.



Para llegar allí, estas algas marinas tuvieron que atravesar barreras creadas por vientos polares y corrientes que, hasta ahora, se consideraban impenetrables. Esto, significaría que la Antártica no está tan aislada del resto del mundo como los científicos han pensado, lo que tendría importantes implicancias respecto de la forma en que los ecosistemas antárticos cambiarán con el calentamiento global.

“Cuando vi el cochayuyo varado, supe que era importante. Pese a que su nombre científico es Durvillaea antarctica, esta especie no crece en la Antártica, pero sabemos que pueden flotar y convertirse en un medio de transporte para muchas otras plantas y animales a través de los océanos”, aseguró el Dr. Macaya, quien encontró el ejemplar en las cercanías de la Base Escudero del Instituto Antártico Chileno (INACH).

“Este hallazgo muestra que plantas y animales vivos pueden llegar a la Antártida a través del océano, especies marinas de zonas templadas y sub-antárticas que probablemente ´bombardean’ las costas antárticas todo el tiempo”, dijo la autora principal del estudio, la Dra. Crid Fraser de la Universidad Nacional de Australia (ANU).

“Siempre pensamos que las plantas y animales antárticos eran distintos porque estaban aislados, pero esta investigación sugiere que estas diferencias se deben casi por completo a extremos ambientales, no al aislamiento”, agregó.

Las muestras de ADN tomadas de los cochayuyos encontrados en Antárctica revelaron que un espécimen se desplazó desde las islas Kerguelen, ubicadas en el Océano Índico, y desde islas Georgias del Sur en el Océano Atlántico. Esto significa que las rutas que tomaron para llegar al continente blanco debieron tener decenas de miles de kilómetros.

Usando técnicas de modelado de vanguardia, el equipo comenzó a ver cómo las grandes olas que surgen durante las tormentas podrían ayudar a las algas a llegar a la Antártica.

“Una vez que incorporamos el movimiento de la superficie impulsado por las olas, que es especialmente pronunciado durante las tormentas, de repente algunas de estas “balsas biológicas” fueron capaces de llegar a la costa antártica”, aseguró la Dra. Adele Morrison, quien dirigió los análisis oceanográficos.

Esto tiene importantes implicancias para los estudios científicos utilizados para rastrear plásticos, restos de aviones y otros materiales flotantes en nuestros mares.

Cambio global

En Chile, el cochayuyo se distribuye desde la región de Coquimbo hasta la región de Magallanes y se extrae principalmente para consumo humano. También es posible hallarlo en Nueva Zelanda, donde los maoríes lo utilizaban con el objetivo de armar bolsas llamadas “Poha” para transportar alimentos, Argentina y algunas islas sub-antárticas. Crece hasta 15 metros y posee flotabilidad, debido a que los tejidos internos están llenos de aire.

Se han estimado, por ejemplo, cerca de 70 millones de ‘parches flotantes’ de cochayuyo alrededor de la Corriente Circumpolar Antárctica.

“En un contexto de cambio global, el aumento de la temperatura y la intensificación de tormentas podrían favorecer el establecimiento de especies nuevas en la Antártica —incluyendo el cochayuyo
—. Tras este estudio, la siguiente pregunta que deberemos responder es cómo las comunidades locales recibirán a estos nuevos organismos”, concluyó el Dr. Nelson Valdivia, investigador del Centro IDEAL y académico de la Universidad Austral de Chile. Fotografías: Erasmo Macaya.

martes, 3 de julio de 2018

Calentamiento global y mar de Chile: aguas más frías

Ver presentación del Dr. Osvaldo Ulloa,
PhD en Oceanografía por la Dalhousie University, Canadá, e investigador de la Universidad de Concepción

Fuente:
http://www.icare.cl/contenido-digital/calentamiento-global-mar-chile-impactos-peligros/

Calentamiento global y mar de Chile: aguas más frías

“50% del oxígeno que respiramos viene del mar, pero como se está calentando se está desoxigenando”, fue una de las alarmas que puso en el foro ICARE “Mar de Chile, un océano de oportunidades” en el que se refirió sobre el calentamiento global y mar de Chile.


Si a nivel mundial, los océanos se han ido calentando, Ulloa destaca que en Chile el asunto es al revés. “Contrario a lo que creemos, el océano chileno se ha ido enfriando en las ultimas décadas, lo que tiene consecuencias para la pesca, para los vientos, etc. Esto es consecuencia del calentamiento global porque ha cambiado la circulación oceánica del Pacífico Sur”, destacó el investigador.
Como sociedad debemos entender que el océano está sufriendo cambios significativos a grandes escalas que nos impactarán cada día más” — Osvaldo Ulloa, PhD en Oceanografía por la Dalhousie University, Canadá, e investigador de la Universidad de Concepción

Principales cambios en el océano

Ulloa informó del aumento de CO2 atmosférico, lo que ha traído consecuencias en los océanos. De hecho, a raíz de este aumento han ocurrido los siguientes efectos, que detalló:
  1. Calentamiento del océano.
  2. Desertificación de los giros centrales.
  3. Desoxigenación de las aguas intermedias. “50% del oxígeno que respiramos viene del mar, pero como se está calentando, se está desoxigenando”, explicó.
  4. Acidificación de las aguas.

Mar de Chile sin oxígeno

“Al calentarse el océano se pierde oxigeno. Sin embargo, frente a nuestras costas tenemos, de forma natural, las aguas con menos oxígeno del mundo. Eso lo sabíamos y fuimos a estudiar esto con investigadores de Dinamarca. Nos dimos cuenta que estas aguas tienen cero oxígeno y eso nos puso en un cambio a nivel mundial. Lo que estaba pasando en estas aguas era distinto a lo que estaba pasando en la literatura mundial. Este trabajo no habría sido posible sin la ayuda de la Armada de Chile”, explicó Ulloa descartando que esto se relacione con el calentamiento global y mar de Chile.

Desafío de trabajo conjunto

“Como sociedad debemos entender que el océano está sufriendo cambios significativos a grandes escalas, cambios que nos impactarán cada día más. Pero, existen particularidades regionales de impacto planetario que debemos investigar y entender. Es nuestra responsabilidad porque nos va a servir a nosotros como sociedad”, enfatizó Ulloa.
“La exploración y estudio del océano profundo frente a Chile requiere de un esfuerzo mayor, inter-institucional, público-privado, multidisciplinario. Debiera ir acompañado de desarrollo tecnológico e innovación: las oportunidades hoy están”, terminó sosteniendo el investigador de la Universidad de Concepción.



viernes, 29 de junio de 2018

Réplica de la Nao Victoria rinde homenaje a la travesía de Hernando de Magallanes

 



En la última región de Chile ya iniciaron la cuenta regresiva para la serie de eventos y actividades que esperan rendir homenaje a la travesía de Hernando de Magallanes hace casi 500 años.
El edificio de la Intendencia regional sorprende a autoridades, funcionarios y visitantes con una réplica de la Nao Victoria, embarcación que cinco siglos encabezó la navegación por las australes aguas.

Ubicada en un lugar estratégico, con el monumento al navegante portugués de fondo observando desde la Plaza de Armas de Punta Arenas, la obra de Juan Luis Matassi, ofrece impresionantes y logrados detalles de la nave.

El intendente Christian Matheson y la seremi de Gobierno, Yanira Lara, valoraron la exhibición del trabajo que ha comenzando a generar el ambiente de festejo de los 500 años de la primera circunnavegación del Estrecho de Magallanes, que se conmemorará en 2020. Fotografías gentileza Intendencia Magallanes.

martes, 26 de junio de 2018

De mantenerse el calentamiento del océano, organismos gelatinosos podrían desplazar a krill antártico



Salpa. Foto Ricardo Giesecke, Centro IDEAL.

Una investigación del Centro IDEAL dio a conocer cómo en el Océano Austral la proliferación de salpas, invertebrados marinos poco estudiados, causaría una reducción en la abundancia del eslabón clave de las tramas tróficas antárticas.

Una investigación, liderada por el director del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile, Dr. Humberto González, reveló cómo el aumento de temperatura del Océano Austral en la Antártica dio origen a una gran proliferación de salpas y la disminución del krill, una especie clave en los ecosistemas del continente blanco.

Las salpas son invertebrados marinos, similares a las medusas, que pueden llegar a formar grandes agrupaciones llamadas “enjambres”. Gelatinosas, translúcidas y compuestas por más de un 95% de agua, es posible hallarlas en todos los océanos del mundo, sin embargo, las mayores concentraciones se encuentran en el Océano Austral. El krill, por su parte, es la principal fuente de alimentación de diversos animales del continente blanco. Ambas especies viven en la columna de agua y compiten por el alimento.

El estudio, realizado en Bahía Fildes y Bahía Sur, comenzó tras la segunda expedición antártica del Centro IDEAL que se desarrolló el año 2017, donde se registraron condiciones excepcionalmente calurosas: la temperatura del agua fue entre 1 a 2 grados promedio más alta de lo normal y la abundancia de salpas mayor que en años anteriores.

En el hemisferio sur, debido al aumento de temperatura, las salpas son cada vez más frecuentes en la Antártica. Esto genera una posible competencia con el krill antártico para captar alimento.
“El verano de 2017 fue muy cálido y se registró un crecimiento masivo de salpas y, de forma simultánea, poco krill. En cambio, el verano de 2018, que fue más frío, ocurrió el efecto contrario”, explica el Dr. González.

¿Y si no hubiera krill?

No todos los años se dan las condiciones ambientales favorables para que haya grandes poblaciones de krill. Cuando hay poco krill en verano, se asocia a la poca formación de hielo marino durante el invierno anterior.

Una disminución del krill podría significar grandes problemas en las tramas tróficas de la Antártica debido que el krill es el principal alimento de depredadores como pingüinos, ballenas, focas, aves marinas y peces.

“De continuar este ciclo de calentamiento global, lo más probable, es que lentamente hacia el futuro se vean favorecidas las salpas y perjudicado el krill”, asegura el Dr. González y concluye que “de ser así, las tramas tróficas de la Antártica podrían verse afectadas, debido que el krill es el eslabón clave dentro de los sistemas marinos antárticos”.

viernes, 8 de junio de 2018

Darwin se asombra al encontrar una choza en medio del hielo


Diario del Fin del Mundo

EL 8 DE JUNIO DE 1834

Darwin se asombra al encontrar una choza en medio del hielo

08/06/2018
E
ste día, el bergantín “Beagle” continúa con su exploración del archipiélago fueguino, deja atrás la isla Dawson, y arriba a la isla, que luego sería identificada como Capitán Arocena, frente al monte Sarmiento. Cuando los ingleses echan anclas, no pueden creer que en la base de los acantilados elevados que rodean esa pequeña bahía hubiese una choza abandonada, testimonio de que los seres humanos llegaron a vivir en ese sitio.
Charles Darwin se asombra que estuvieran en ese medio tan hostil: “resultaba difícil imaginar un lugar menos apto para la supervivencia humana”.
“El capitán (Robert) Fitz Roy decidió dejar atrás el estrecho de Magallanes por el Canal de la Magdalena, recién descubierto. Poníamos rumbo hacia el sur por ese sombrío paso (…) que parecía llevar a otro mundo, uno peor. El viento era favorable, pero la bruma nos hizo perder buena parte del curioso paisaje. Con rapidez, el viento llevó las nubes oscuras y rasgadas a las montañas, desde sus cumbres hasta casi sus bases. Las breves observaciones que logramos a través de la masa oscura fueron muy interesantes; cumbres dentadas, conos nevados, glaciares azules y perfiles recortados sobre un cielo ominoso se vieron a distintas distancias y alturas. En medio de este paisaje anclamos en Cabo Turn, junto al Monte Sarmiento, que en ese momento estaba cubierto por las nubes. En la base de los altos y casi perpendiculares acantilados que formaban nuestra pequeña caleta había un “wigwam” desierto, suficiente para recordarnos que el hombre puso pie en esas desoladas regiones. Pero sería difícil imaginar un escenario donde él parecería tener menos pretensiones y autoridad. Aquí las obras inanimadas de la naturaleza – las rocas, el hielo, la nieve, el viento y el agua- aunque luchaban entre sí, se oponían todas ellas al hombre, y eran las únicas que reinaban en absoluta soberanía” (Viaje de un naturalista alrededor del mundo). 
El lugar pareció tener un encanto especial para Darwin. El monte Sarmiento, con su forma piramidal, aloja en su cima a un glaciar en forma de silla y se eleva abruptamente desde la costa este del canal Magdalena y marca la frontera occidental de la cordillera que lleva su nombre. La montaña aparecía frecuentemente envuelta en nubes, pero cuando se hacía visible, para el científico era "el más sublime espectáculo en la Tierra del Fuego".
 Autor : Bernardo Veksler



Darwin se asombra al encontrar una choza en medio del hielo

martes, 15 de mayo de 2018

Antártica: desprendimiento de hielos generaría acumulaciones de algas en los fondos marinos




Un estudio del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile busca caracterizar las acumulaciones de algas en los fondos marinos antárticos.

En el marco de la Expedición Científica Antártica (ECA) 54, el doctorante de la Université Laval (Canadá), Ignacio Garrido, llegó hasta el continente blanco para realizar muestreos en las profundidades del Océano Austral.

Las algas, en general, al igual que los árboles viven fijas en el sustrato: no tienen raíces, pero sí estructuras llamadas discos o rizoides que les permiten aferrarse al fondo marino.
Cuando se desprenden, algunas se van a la superficie mientras que otras se acumulan en las profundidades. Estas reciben el nombre de algas bentónicas a la deriva.

En las zonas de altas latitudes como la Antártica y el Ártico, el principal evento que provoca el desprendimiento de estas algas y su posterior acumulación en las profundidades, es la perturbación de inmensos témpanos de hielos provenientes de los glaciares adyacentes.

“Cuando los icebergs se desprenden, erosionan el fondo marino, generando un gran impacto sobre las comunidades de invertebrados y algas. Debido a esta perturbación del hielo, se generan grandes surcos y depresiones que actúan como trampas, donde observamos algunos bolsones de algas que superaban los 20 metros de largo”, explica Garrido.

Como las temperaturas en las gélidas aguas del continente blanco son bajas, se genera un escenario ideal para que las acumulaciones de algas en los fondos marinos sean estables en el tiempo, descomponiéndose a una tasa extremadamente lenta.

Esta condición da tiempo a que se desarrollen invertebrados marinos que son posibles observarlos sólo en estos ambientes.

“Encontramos una gran diversidad de especies de invertebrados marinos asociados a estos parches de algas. Por metro cuadrado, hallamos miles y tal vez millones de anfípodos, comúnmente conocidos como pulgas de mar. Esto nos lleva hace pensar que podrían ser un área de crianza, pues generan refugio y alimento”, asegura Garrido, quien además observó anémonas, estrellas de mar, erizos, isópodos y vertebrados como peces nototénidos y otras especies.

Los aumentos de temperatura que se pronostican en escenarios futuros de cambio global, ocasionarían en algunos sectores del continente blanco un incremento del derretimiento de los glaciares.

“Con el incremento del deshielo, podría haber un mayor número de desprendimiento de algas y, por tanto, más acumulación de algas en los fondos marinos. Los impactos de este fenómeno aún los desconocemos y, por lo tanto, es importante seguir realizando ese tipo de estudios”, concluye Garrido.

martes, 8 de mayo de 2018

Revelan el documento más antiguo sobre el pueblo yámana


8 DE MAYO DE 2007

08/05/2018
E
n la edición de este día, la revista “Ser Indígena” revela la existencia de un documento holandés sobre el pueblo yámana, datado en 1626, que constituye la referencia más antigua sobre los canoeros. 
Revelan el documento más antiguo sobre el pueblo yámana

El autor, Pablo J. Gallez, alude al informe escrito por el vicealmirante Geen Huygen Schapenham, que “ha pasado casi desapercibido”, quizás porque  “ha sido publicado como parte del diario de a bordo de la “Amsterdam”, nave capitana de la flota que “salió de Holanda en 1623 al mando del almirante Jacques L'Hermite, y llegó al Cabo de Hornos en febrero de 1624.
Para protegerse de las tormentas, buscaron refugio en la bahía Nassau, entonces desconocida. Schapenham la exploró durante cinco días y descubrió las islas Navarino y Lennox. Entró en contacto con los yámana en la costa sur de Navarino. 
Schapenham afirmó que: "los habitantes de la Tierra del Fuego son, por naturaleza, blancos como los de Europa; tal es la apariencia de un niño que hemos visto (…) Su figura es apuesta, sus miembros bien proporcionados, y su altura parecida a la de los europeos (…) Los hombres andan completamente desnudos, sin cubrir sus vergüenzas, pero las mujeres se tapan con un pedacito de cuero, se pintan como los hombres, y se adornan el cuello con un collar de conchas (…) es maravilla que puedan aguantar el invierno." 
"Tienen varios tipos de armas. Unos llevan arcos y flechas con punta de piedra en forma de arpón, hechas con mucho arte. Otros se arman de largas lanzas cuya punta es un hueso filoso provisto de dientes para clavarse mejor en las carnes. Utilizan también garrotes y hondas que manejan con mucha eficacia, así como cuchillos de piedra bien afilados." 
"Llevan permanentemente sus armas consigo, porque, según entendimos, están siempre en guerra con otro clan que vive unas millas al este (…) cerca de la Isla Terhalten (Lennox)". 
"Sus canoas son dignas de admiración. Para construirlas, toman la corteza entera de un árbol grueso; la modelan, recortando ciertas partes y volviendo a coserlas, de manera que adquiera la forma de una góndola de Venecia. La trabajan con mucho arte, colocando la corteza sobre maderos, como se hace con los barcos en los astilleros de Holanda (…) En estas canoas, que miden 10, 12, 14 ó 16 pies de largo por dos de ancho, se sientan cómodamente siete u ocho hombres, y navegan tan eficazmente como lo harían en una chalupa de remos".
 Autor : Bernardo Veksler