viernes, 21 de julio de 2017

morfología detallada del fondo marino en el Este de la Antártica

Estudio revela morfología detallada del fondo marino en el Este de la Antártica



Durante dos veranos consecutivos, 2013-14 y 2014-15, una encuesta batimétrica colaborativa, que empleó pequeños barcos de trabajo científicos, recogió un conjunto de datos de sonar multifrecuencia de alta resolución que abarca un área de aprox. 33 km2 en las inmediaciones de las islas Windmill, East Antarctica, adyacente a la estación de investigación australiana, Casey.

La encuesta se completó como un programa conjunto de la División Australiana Antártica (AAD), Geoscience Australia (GA) y la Royal Australian Navy (RAN) para mejorar la comprensión del entorno cerca de la costa cerca de las estaciones de investigación de Australia y actualizar Navegación marítima de la región.


Estos nuevos datos permiten la visualización de la morfología del fondo marino en un detalle sin precedentes. Una serie de características geomorfológicas son evidentes, incluyendo conjuntos de fallas de roca base lineal, redes de canales de aguas de deshielo subglaciales, lineamientos glaciales y conjuntos de morenas de empuje. La pequeña sedimentación post-glacial se conserva en varias pequeñas cuencas aisladas. Más detalles en Geomorphology.

Los datos batimétricos recogidos cumplieron o superaron las especificaciones de la 1ra Organización Hidrográfica Internacional (OHI) y la Australian Hydrographic Office (AUS 601, 4a edición, noviembre de 2015) ha publicado una carta de navegación revisada. Los conjuntos de datos de la encuesta se pueden descargar desde el sitio web de Geoscience Australia.  @prensaantartica

jueves, 13 de julio de 2017

Desprendimiento de bloque de hielo en la barrera Larcen C de la Península Antártica

“Estos desprendimientos son nada más ni nada menos glaciares que se han formado en el continente antártico” dijo Rabassa
GIGANTESCO ICEBERG DE LA ANTÁRTIDA

“Estos desprendimientos son nada más ni nada menos glaciares que se han formado en el continente antártico” dijo Rabassa

13/07/2017
C
on un área aproximada de 5.800 kilómetros cuadrados y un peso estimado en un millón de toneladas, el enorme bloque de hielo se separó de la masa de hielo del Polo Sur.
La partición, sin embargo, no afectará al nivel del mar global porque el hielo que se ha desprendido ya estaba a flote en el océano. El desprendimiento se produjo entre el lunes y miércoles.

Al respecto el investigador y profesor del CADIC, Dr. Jorge Rabassa, señaló que “este fenómeno de formación de grandes témpanos se origina a partir de las llamadas barreras de hielo en la península Antártica” y las calificó como “muy común, hace muchísimo tiempo que suceden”, aseguró.

Respecto al desprendimiento del enorme bloque de hielo indicó que “lo que sucede es que estas barreras de hielo son prolongaciones parcialmente flotantes de los glaciares de la península Antártica y que aparentemente por la consecuencia del calentamiento global, han formado estos grandes témpanos”.

En declaraciones al programa “Vamos a portarnos mal”, Rabassa detalló que el fenómeno “estaría vinculado con mayores temperaturas del agua de mar y con ello una mayor frecuencia en la aparición de estas enormes grietas que van seccionando parte de esa barrera de hielo”.
Asimismo, mencionó que “hace meses que estamos esperando esta circunstancia. La información ha circulado por todo el planeta y muchos científicos estaban atentos sobre lo que sucedería o cuando se iba a producir la rotura definitiva”.

Rabassa explicó que “la barrera Larcen C es la más austral de las tres barreras, en la costa oriental en la Península Antártica. Esta región está dominada por una corriente en el mar de Weddell que gira -si la estuviéramos viéndola desde el espacio- en el sentido de las agujas del reloj. Por lo tanto este tempano va a ser llevado por esta corriente primero hacia el norte o puede ser impacte sobre el archipiélago de las Islas Orcadas o que sigan más al norte en cuyo caso será tomado por la corriente circunpolar antártica, que es una corriente muy fuerte y puede provocar la fragmentación del tempano y quedar reducido sustancialmente en sus dimensiones”.
El ex director del Centro de Investigaciones Científicas de Ushuaia dijo que “eventualmente un tempano puede atravesar la zona de influencia de la corriente circunpolar, por lo que también podría dirigirse hacia Malvinas o hacia el océano atlántico abierto o bien desplazarse por la corriente de Malvinas en una posición mucho más cercana a la costa Atlántica de nuestro continente. Cuando esto sucede es cuando aparecen pingüinos perdidos aislados, algunos individuos solos, que pueden aparecer hasta en la costa sur de Brasil”.

Ecosistema marino

En el caso del ecosistema marino, Rabassa indicó que “en el caso de los pingüinos son aves que han aprovechado el tempano para subir o descansar o recuperarse debido a la tensa actividad que tienen para alimentarse, sin embargo algunos aparecen en aguas más cálidas ya que el tempano se derrite rápidamente, entonces lo que buscan los pingüinos es refugiarse en la costa, este fenómeno es común históricamente ha sucedido”.

“Esto no afecta la fauna marina ni las aves de la región, lo que sí creo que es interesante sobre lo que sucede con los ecosistemas marinos que están debajo de las barreras de hielo porque esa barrea de hielo ha existido por más ciento de miles de años, entonces hay todo un ecosistema desarrollado y adaptado a las condiciones de vida debajo de la barrera que en ese caso se encuentran con una pérdida de su ambiente habitual de vida, esto habría que charlarlo con biólogos antárticos, a mí se me ocurre que es uno de los aspectos de gran interés que generan estos episodios en la formación de estos grandes témpanos”.

Asimismo, indicó que “no sé si –este tempano- es el más grande de la historia, es muy difícil de decirlo, pero toda la península antártica es una productora habitual de témpanos de esta naturaleza, que son realmente impresionantes, ya que en algunos casos tienen 30 o 40 metros en el frente de hielo que emerge sobre el nivel del mar, eso hace de una gigantesca vela por lo cual el tempano es impulsado por el viento en forma conjunta por corrientes oceánicas combinadas”.

Acotando que “por debajo podría tener ocho veces más de profundidad”. Si bien explicó que es un peligro para la navegación “el mar está totalmente congelado, no creo que haya ningún barco navegando en esas cercanías, todo el mar de Weddell se congela durante el invierno. Salvo que sea un capitán audaz o que no utilice el instrumental que tiene su barco o que este dormido o que se haya excedido con la comida y la bebida. No hay nada que temer no va a suceder un nuevo Titanic”, afirmó.

Respecto al desplazamiento de este bloque de hielo aseguró que “es muy lento, de hecho cuando uno ve el mar de Weddell y ve estos grandes témpanos tabulares, prácticamente no se puede reconocer su movimiento. En este primer tiempo el movimiento va a ser muy muy lento sobre todo con el mar congelado de apenas unos metros por día”, sin embargo “más adelante, cuando el tempano se vaya fragmentando y se encuentre en condiciones de mar abierto la velocidad de desplazamiento puede ser mayor”. También dijo que el iceberg “puede derretirse en dos o tres años o puede persistir muchos años más, todo depende de la ubicación en que se encuentra y cuan sometido este a la acción de las corrientes marinas”.

Por último, Rabassa señaló que “estos desprendimientos son nada más ni nada menos glaciares que se han formado en el continente antártico y que luego a medida que se van moviendo se van expandiendo hacia aguas poco profundas, al principio están apoyadas sobre el fondo marino y luego en las partes más lejanas. Estas formaciones tienen forma de una lengua flotante de hielo. En última instancia es hielo que se formó sobre el continente y que finalmente llego al mar, estos dos témpanos no son aguas marinas congeladas, sino que son hielo formado en el continente es decir agua dulce”.

Fuente

domingo, 2 de julio de 2017

Extraen ADN de especie extinta de Sudamérica descubierta por Darwin en la Patagonia en 1834




Se obtuvo el ADN mitocondrial de una Macrauchenia, una especie extinta descubierta por Darwin en la Patagonia en 1834 y que representa una rareza evolutiva: tiene un cuerpo semejante a un camello y la trompa similar a un tapir. Este logro fue producto de una investigación internacional de la que participaron científicos argentinos.

El doctor Javier Nicolás Gelfo del Museo de La Plata y del Conicet comentó que “obtener ADN antiguo es algo muy difícil y es la primera vez que se logra en uno de los cinco grupos de ungulados nativos de Sudamérica y que se corresponde con la Macrauchenia, última especie del linaje de los Litopterna que se extendió por casi 65 millones de años”.

A partir de la recuperación de su ADN, uno recuerda la película Jurasic Park y se cuestiona si sería posible traer a estos animales nuevamente a la vida. Al respecto, Gelfo indicó que “no es esa la finalidad del estudio y, por ahora, tampoco sería factible; sería más probable traer nuevamente a la vida a los mamuts, a partir del ADN antiguo que se obtuvo de ejemplares congelados descubiertos en Siberia”.

“Es más fácil lograrlo con los mamuts porque tienen familiares vivientes, que son los elefantes, y uno puede completar la secuencia faltante del ADN del mamut con el del elefante; en cambio, la Macrauchenia no tiene representantes vivientes”, explicó el paleontólogo Gelfo, uno de los autores del estudio que se publicó hace instantes en la revista Nature communications.

Sin embargo, el especialista aseveró que “cuando se escribió Jurasic Park, aun no era factible secuenciar y obtener ADN mitocondrial antiguo y, ahora, eso ya es posible, con lo cual los límites actuales se pueden ir superando y dependen de las propuestas que nos pongamos para superarlos”.
“Ahora se abre el debate sobre los alimentos transgénicos, pero lo cierto es que los humanos hemos realizado selección genética desde iniciamos la agricultura y la ganadería, por lo que recuperar la diversidad genética del pasado nos permite saber en qué condiciones algunos genomas pudieron dar lugar a genotipos diferentes”, consideró Gelfo. Y agregó: “Las chances de mirar el futuro conociendo el pasado, nos enriquecen”.

Charles Darwin, eminencia histórica sobre la evolución de las especies, descubrió y puso atención en las macrauchenias. “Ocurre que esta especie representa un experimento evolutivo único, porque son animales de características muy llamativas”, indicó el investigador de la División Paleontología de Vertebrados del MLP.

El doctor Gelfo describió que “tenían cuerpo robusto, contextura fuerte; pisaban con tres dedos, lo cual es un rasgo interesante; y también son llamativas porque sus narinas están ubicadas hacia arriba, no hacia adelante como puede ser en el hocico de un perro, sino casi por encima de los ojos, como ocurre en cetáceos, tales como los delfines y las ballenas”.

“Uno puede observar la evolución del linaje de los Litopterna al cual pertenece la Macrauchenia y puede ir reconstruyendo cómo es que las narinas pasaron de estar en una posición, entre comillas, ‘normal’ hasta llegar a ubicarse casi a la altura de los ojos”, precisó el paleontólogo a la Agencia CTyS-UNLaM.

Estas modificaciones pudieron haberse debido a que los miembros de este linaje se desplazaban por ambientes áridos, con mucho polvo y con alto contenido de ceniza volcánica, por lo que estas trompas podrían haber sido seleccionadas evolutivamente como un mecanismo para filtrar el aire de una forma más efectiva. Además, es posible que estos animales se desplazaran en manadas, con lo cual habrían levantado mucha polvareda a su paso.

El linaje de los Litopterna fue tan extenso que se remonta a inicios del Cenozoico, cuando tuvieron un ancestro común con los Perissodactyla, linaje en el cual se agrupan los caballos y rinocerontes entre otras especies. En ese momento, compartían prácticamente el mismo ADN y se estima que esa especie común tuviera una contextura pequeña, fuera herbívora y tuviera dientes de corona baja similares a como hoy tienen los chanchos y jabalíes.

De este estudio internacional también formaron parte los doctores Marcelo Reguero y Mariano Bond del MLP, el investigador Alejandro Kramarz del Museo Argentino de Ciencia Naturales y la doctora Analía Forasiepi del IANIGLA-CONICET. En tanto, el Museo de San Pedro y el Museo de Mar del Plata colaboraron con la investigación.

El equipo de investigadores multidisciplinario también contó con especialistas de Chile, Uruguay, Francia, los cuales fueron coordinados por Michael Westbury y Michael Hofreiter del Instituto de Bioquímica y Biología de la Universidad de Postdam, Alemania, y Ross MacPhee del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.

El ejemplar que permitió obtener el ADN fue descubierto en una cueva del sitio arqueológico y paleontológico Baño Nuevo-1, ubicado al sur de Chile. “Esperábamos encontrarlo en huesos internos del oído por ejemplo, pero obtuvimos el resultado positivo de una falange, lo cual para nosotros fue inesperado, y demuestra que fue clave para esta preservación que el material fuera sepultado en un ambiente sin oxígeno, con poca humedad”, detalló el doctor Gelfo.
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