miércoles, 17 de diciembre de 2014

Arqueología del Beagle muestra aldeas en tiempos preeuropeos

Menos nómades de lo que se cree eran pueblos de la zona

Investigación en la Isla Navarino liderada por el Prof. Carlos Ocampo, del Departamento de Antropología, constató la existencia de gran cantidad de fondos de habitación en el lugar, lo que sugiere la presencia de una significativa densidad de población canoera viviendo simultáneamente en la zona del Beagle antes de la llegada de los españoles. El mismo estudio determinó que en la zona hubo ocupaciones humanas tan tempranas como hace 7.500 años.


Prof. Carlos Ocampo.
Conocer nuestro más antiguo pasado cultural, saber de los orígenes y las experiencias de aquellos grupos humanos cuyas historias alguna vez formaron parte de un presente, es sin duda una invitación que cautiva. Más aún, quizás, si hablamos de la zona austral de nuestro país, de aquellas áreas desmembradas, lejanas y de difícil acceso.

A estos lugares es hacia donde invita una investigación desarrollada por el arqueólogo del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, Prof. Carlos Ocampo, y la investigadora Pilar Rivas. Ambos estudiaron la zona del Canal del Beagle, específicamente, la riqueza arqueológica de la Isla Navarino, en la XII Región. 

Allí obtuvieron evidencias que hablan de ocupaciones humanas tan tempranas como hace 7.500 años y de grupos existentes en épocas más tardías que no eran tan nómades como se pensaba.

La costa de la Isla Navarino presenta más de 500 sitios arqueológicos que fueron registrados mediante trabajos de prospección realizados a principios de los años 90

En ese sentido, en su segunda etapa, la investigación liderada por el Prof. Ocampo se abocó a obtener dataciones que permitieran conocer las secuencias de poblamiento y ahondar en aspectos de la forma de vida de los grupos que habitaron aquella zona en tiempos pasados, fase que concluyó el año pasado.

La importancia de la zona del Beagle para la investigación es que ella es considerada como uno de los probables núcleos más tempranos de poblamiento y adaptación al medioambiente marítimo, junto a Chiloé y la zona de los mares interiores de Otway Skyring en el Estrecho de Magallanes.

La fecha calibrada de 7.500 años antes del presente (5.600 a 5.554 años A.C.), registrada en el marco de esta investigación, se obtuvo en un sitio arqueológico de un sector llamado Punta Guerrico en la Isla Navarino, específicamente a través del sondaje de un fondo de habitación, base de la vivienda de los pueblos originarios. Este antecedente tiene vital importancia ya que sería uno de los sitios más antiguos para una ocupación marítima de los canales meridionales. Y es que ya había antecedentes de culturas anteriores en Tierra del Fuego, pero no adaptadas a un ambiente costero.


Uso del espacio y asentamiento

La estrategia de investigación consistió en realizar una selección estratificada de los sitios arqueológicos según la posición que tenían respecto al nivel de mar. Ello para establecer un fechado radiocarbónico orientado a determinar el uso y la antigüedad de las distintas terrazas o lugares de asentamiento cercanas a la costa. Así, se analizó una muestra de sitios ubicados entre 0 y 7 metros del nivel del mar, de 7 a 25 metros y terrazas de 25 metros hacia arriba, donde se realizaron sondajes destinados a obtener carbón, resultado de fogones antiguos para un fechado cronológico.

Esto evidenció que los sitios ubicados entre los 0 y 7 metros en la Isla Navarino son los más tardíos y corresponden a las costas actuales y subactuales. Entre 7 y 25 metros se encuentran los sitios más antiguos, de los primeros pobladores adaptados al medio marino.

Un dato interesante que arrojó el análisis es que sobre los 25 metros, todos los sitios fechados se concentraron en el intervalo de tiempo del 1.000 al 1.200 D.C., lo que es interpretado como la manifestación local del período de anomalía climática medieval, evento que habría empujado a las poblaciones a un cambio en el uso del espacio, debiendo trasladarse desde sectores adyacentes a la costa hasta costas superiores, en el límite con el bosque.

La investigación, denominada “Arqueología del Beagle: secuencias y procesos culturales en ambientes marinos de latitudes altas”, financiada por FONDECYT, privilegió un enfoque regional, no concentrándose en un yacimiento arqueológico específico, sino que en un área de estudio. En esa línea, otro de los resultados interesantes fue constatar -en los sectores adyacentes a la costa- un gran número de fondos de habitación por sitio arqueológico, lo cual sugiere la presencia de verdaderas aldeas de personas viviendo juntas en tiempos preeuropeos. Ello contrasta con la visión tradicional descrita por cronistas respecto a familias muy nómades o errantes en la zona.

“Quizá, lo descrito por los europeos (sobre pueblos como el yámana) era verdad en esa época, pero el panorama preeuropeo que es el que estudiamos nosotros, nos indica una cosa distinta sobre el componente antiguo de los grupos canoeros. Nos habla de verdaderas aldeas de personas viviendo juntas, es decir, no de familias nómades, buscando alimentos de caleta en caleta, sino de una forma de asentamiento más permanente. El canal no es tan grande, en canoa se puede acceder a los recursos e ir y volver en el día. Al parecer era alta la movilidad, pero las personas no estaban cambiando recurrentemente de campamento. El hecho de que haya tantos fondos de habitación juntos nos dice de muchas personas reunidas ahí viviendo de manera conjunta, lo cual implicaría la existencia de alguna estructura social u organización específica. Esto es una diferencia muy grande con respecto a lo que se pensaba hasta ahora”, señala el académico.

El Prof. Ocampo explica que las poblaciones adaptadas al mar en la zona del Beagle dependían en gran medida de la caza de distintas especies de pinnípedos (lobos marinos, alguna especie de focas) y que quizás la presión que hacen los europeos a su llegada por el comercio de las pieles, aceites, etcétera, cambia los patrones de subsistencia de esta población, produciéndose una desintegración social de la misma.


Manejo de basuras

El rasgo más característico que tienen los sitios arqueológicos del Canal Beagle son los fondos de habitación, la base elíptica del suelo alrededor de la cual los pobladores ponían las varas de lenga para formar una cúpula que soportara los cueros de animales marinos puestos sobre ella.

En algunas caletas se han encontrado más de 200 ó 300 fondos de habitación simultáneos. Incluso -agrega el profesor- que en algunos sectores se aprecia un manejo de las basuras para ampliar espacio destinado a la habitación, aspecto que también sugiere un tipo de asentamiento más permanente. “En sectores muy buenos de la costa, como Caleta Segura, hay un manejo de las conchas por los habitantes primigenios. Las conchas son conceptualizadas como basura, hay un proceso de incineración de ellas mismas y se producen estructuras calcáreas muy duras que a su vez se usan probablemente como basamento, como defensa de las fundaciones de nuevas viviendas”, señala.

A juicio del Prof. Ocampo, el registro arqueológico y la investigación del mismo, debe tener bastantes lecciones para la población actual. “Si hay tanta gente que vivió en el pasado en esa isla y hoy día nos damos cuenta de la muy baja densidad poblacional en todos los canales del sur de Chile, algún mensaje nos dará esa gente que pueda enseñarnos de qué manera habitar esos lugares en el futuro”.

Actualmente el académico está liderando un nuevo proyecto FONDECYT, esta vez en Chiloé, otro de los núcleos probables de poblamiento y adaptación al ambiente marino.

Explica al respecto que sobre este tema existen varias teorías. Una de ellas señala que la adaptación al mar habría ocurrido en tiempos holocénicos (unos 10 mil años antes del presente) cuando los hielos se derriten y comienza a penetrar el agua a las costas, formando un ambiente nuevo, marítimo, de fiordos y canales. De ahí que las poblaciones antiguas habituadas a los lagos glaciales, debieron adaptarse. Sin embargo, también se cree que pudo existir un sustrato más antiguo adaptado a este medioambiente. En ese sentido, se piensa en culturas situadas en Puerto Montt o sur del Beagle, que si bien no estaban adaptadas al medio marino tenían algún componente de maritimización. Por otro lado, en el marco del debate actual, también ha tomado fuerza la hipótesis del poblamiento de América por la vía marítima.

Respecto a lo último, el profesional cuenta que a futuro esperan poder detectar las antiguas líneas de costa que quedaron sumergidas para indagar sobre el posible poblamiento marítimo del continente americano. La idea, si se encuentra alguna evidencia atribuible al hombre, es realizar programas de arqueología subacuática, para dar cuenta de estos depósitos arqueológicos o culturales. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario