lunes, 25 de abril de 2016

Acidificación en los océanos

Columna de opinión: La acidificación en los océanos


contaminacion
“Las consecuencias para la vida oceánica gatilladas por las alteraciones en el pH del agua de mar son trascendentales para el equilibrio planetario y para el funcionamiento de los ecosistemas marinos”, explica el investigador del Cequa, Máximo Frangópulos. Foto OurOcean.

Máximo Frangópulos , Investigador Centro Regional Fundación CEQUA
Mientras leía el otro día una revista de divulgación científica relativa al incremento progresivo de los niveles de Dióxido de Carbono (CO2) en la atmósfera, habiendo superado recientemente la marca de las 400 partes por millón (ppm), me pareció importante referirme a lo comúnmente los que trabajamos en temas relacionados con las ciencias del mar y la oceanografía conocemos como “el otro problema del CO2”, vale decir, la acidificación de los océanos.

En palabras simples, gran parte del CO2 (alrededor de 1/3)que se libera de procesos de quema de combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas natural y por la tala de bosques indiscriminada, va a parar a los océanos, en donde cambia el balance ácido de sus aguas, vale decir, su pH. Pero ¿Cuál es el inconveniente de esto? Las consecuencias para la vida oceánica gatilladas por las alteraciones en el pH del agua de mar son trascendentales para el equilibrio planetario y para el funcionamiento de los ecosistemas marinos.

Cerca del 40% del CO2 que proviene de los combustibles fósiles permanece en la atmósfera, la otra parte es captada por nuestros pulmones verdes, vale decir la vegetación terrestre y por la vegetación marina en proporciones más o menos similares. Los océanos son sumideros naturales o más bien reservorios de gran cantidad de CO2. Parte del CO2 absorbido desde el aire se combina con el agua de mar y forman el ácido carbónico, el cual por medio de una serie de procesos y reacciones químicas hace que los niveles de pH que hay en el agua de mar (que son levemente alcalinos, vale decir un valor de pH superior a 7) comiencen a disminuir, produciendo un desequilibrio en la química de los iones de carbonatos y bicarbonatos que se encuentran disueltos en el agua de mar. Estos cambios en el balance químico de estos elementos, son los que conocemos comúnmente como acidificación de los océanos.
Para ejemplificar mejor, el pH del agua pura es 7, lo que equivale a un valor neutro, valores sobre 7 indican como señalé en el párrafo anterior un pH alcalino, bajo 7 es un pH ácido. Desde fines de la revolución industrial (~1840), el pH del agua superficial de mar, ha disminuido aproximadamente en 0.1 unidades de pH, desde 8.2 a 8.1. Una gota de una unidad de pH corresponde a un incremento de 10 veces en la concentración de iones de hidrógeno, haciendo que el agua se vuelva más ácida. Luego, los vaticinios no son para nada promisorios ya que las predicciones indican que seguirá disminuyendo en 0.3 a 0.4 unidades de pH, es decir aguas menos alcalina y más ácidas, sobre todo cuando los niveles de CO2 atmosférico alcancen las 800 ppm, como está previsto que ocurra hacia el año 2100, esto teniendo en cuenta la tasa de emisión actual de este gas hacia la atmosfera y según lo establecido por científicos del Panel intergubernamental para el cambio climático en el año 2007, cuando recibieron el premio nobel de la Paz por su contribuciones y esfuerzos sobre el tema.

Desafortunadamente como no se vislumbra a corto plazo que la generación de energías renovables no convencionales y menos contaminantes desplacen el apetito mundial por los combustibles fósiles, por más esfuerzos que se estén haciendo por cambiar las matrices energéticas mundiales, tanto a nivel nacional como mundial, nuestros ecosistemas marinos y por sobre todo muchas de las especies que los conforman y que nos sirven incluso como fuente de alimento, estarán en un viaje sin retorno. @prensaantartica

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