miércoles, 12 de agosto de 2015

12 ago 1970 - Provoca alarma una erupción volcánica en la isla Decepción - Antártica


12 de agosto de 1970

Por Bernardo Veksler
Este día, la base chilena Arturo Prat, localizada a 75 kilómetros de la isla Decepción, emite un alarmante mensaje: «Lluvia de arena volcánica, cascajo (lapillis) de hasta un centímetro de diámetro y polvillo de color negro. El ambiente anormal y olor a piedra fundida». De la misma forma, otras bases antárticas, mucho más distantes, dan a conocer comunicados semejantes.
Un movimiento sísmico de gran magnitud fue registrado a las 14.  Fue el comienzo de una violenta erupción volcánica que dejó arrasada a gran parte de la isla, destruyó la base chilena, sepultó a la británica y dejó muy afectada la argentina.
Las erupciones de 1968, 1969 y 1970 obligaron a los científicos a abandonar la isla, escapando de la lluvia de cenizas incandescentes. También arrasó a la abundante fauna de la isla: aves, pingüinos, focas, leones y elefantes marinos.
La isla Decepción está ubicada al norte de la península antártica y a unos mil kilómetros al sur del cabo de Hornos. Su forma de media luna es la fisonomía del cráter volcánico que emerge de las aguas desde unos 1.500 metros de profundidad. Posee “una estructura geológica compleja y ha tenido en el pasado una vida muy agitada, en la que una treintena de cráteres volcánicos adosados a todo su contorno han vomitado millones de toneladas de lava en los últimos 100 años” (geólogo Jorge Rey Salgado).
La isla nunca tuvo una población humana nativa. Pero atrajo a los cazadores de cetáceos para gozar de su clima benigno y hacer aguada en sus lagos de agua dulce. En 1911, se fundó allí el primer asentamiento humano permanente de la Antártida, donde llegaron a residir más de doscientas personas. Trabajaron allí durante veinte años, pero la depredación aniquiló la actividad y la isla quedó deshabitada.
En 1923, el agua de Puerto Foster hirvió y desprendió la pintura de los cascos de los barcos que estaban fondeados. En 1930, la superficie del fondeadero bajó tres metros durante un movimiento sísmico.
El calor geotérmico genera un microclima, a través de las grietas surgen fumarolas y agua en ebullición, testimoniando que el volcán sigue activo. Las montañas que trazan su forma de media luna la protegen de los vientos. Esto hace que en sus playas se reúnan numerosas especies de animales.
Es la única isla de las Shetland del Sur que nunca está helada, porque la nieve y el hielo se derriten rápidamente. 

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