La ballena jorobada es una gran ballena migratoria con aletas pectorales largas. Los adultos pesan más de 40 toneladas y miden entre 13 y 15 metros de longitud. Se encuentran en todos los océanos de todo el mundo, excepto el Mediterráneo. Crédito BAS. |
La
ballena jorobada es una gran ballena migratoria con aletas pectorales
largas. Los adultos pesan más de 40 toneladas
y miden entre 13 y 15 metros de longitud. Se encuentran en todos los
océanos de todo el mundo, excepto el Mediterráneo. Crédito BAS.
Un
nuevo estudio genético ha revelado que las poblaciones de ballenas
jorobadas en los mares del Pacífico Norte, el
Atlántico Norte y el Hemisferio Sur son mucho más diferentes entre sí de
lo que se pensaba, y deberían ser reconocidas como subespecie
separada. La comprensión de cómo estas poblaciones están conectadas
tiene implicaciones importantes para la recuperación de
estos animales carismáticos que una vez fueron devastados por la caza,
publicó recientemente el British
Antarctic Survey.
El equipo, dirigido por científicos de la British Antarctic Survey y la Universidad Estatal de Oregon, analizó el conjunto
de datos genéticos más grande y más completa hasta ahora compilado para esta emblemática especie. Los resultados, publicados en Proceedings of the Royal Society B , muestran que las ballenas jorobadas del Pacífico Norte, el Atlántico Norte y el Hemisferio
Sur están en trayectorias evolutivas independientes.
"A
pesar de las migraciones estacionales de más de 16 mil kilómetros, las
poblaciones de ballenas jorobadas son en realidad
más aisladas una de otras de lo que se pensaba hasta ahora. Sus
poblaciones parecen separadas por las cálidas aguas ecuatoriales que
rara vez se cruzan", señaló la doctora Jennifer Jackson del British
Antarctic Survey.
"El
color de los cuerpos y las caras inferiores de la cola (las 'aletas')
de las ballenas jorobadas en los océanos del
norte tienden a ser mucho más oscuros que los del Hemisferio Sur. Hasta
este estudio no nos dimos cuenta de que este tipo de diferencias sutiles
son en realidad una señal de aislamiento a largo plazo entre las
poblaciones jorobadas en las tres cuencas de los
océanos mundiales", afirmó Jackson.
"Hemos
encontrado que a pesar de que las ballenas hembras han cruzado de un
hemisferio a otro en determinados momentos
en los últimos miles de años, por lo general se quedan en su océano de
nacimiento. Este aislamiento significa que han ido evolucionando
semi-independiente durante mucho tiempo, por lo que las ballenas
jorobadas en las tres cuencas de los océanos mundiales se
debe clasificar como subespecie separada. Esto tiene implicaciones para
la forma en que pensamos acerca de la conservación y la recuperación a
una escala regional", afirmó la especialista. @prensaantartica
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