12 de agosto de 1970
Por Bernardo Veksler
Este día, la base chilena Arturo Prat, localizada a 75 kilómetros de la
isla Decepción, emite un alarmante mensaje: «Lluvia de arena volcánica,
cascajo (lapillis) de hasta un centímetro de diámetro y polvillo de
color negro. El ambiente anormal y olor a piedra fundida». De la misma
forma, otras bases antárticas, mucho más distantes, dan a conocer
comunicados semejantes.
Un movimiento sísmico de gran magnitud fue registrado a las 14. Fue el
comienzo de una violenta erupción volcánica que dejó arrasada a gran
parte de la isla, destruyó la base chilena, sepultó a la británica y
dejó muy afectada la argentina.
Las erupciones de 1968, 1969 y 1970 obligaron a los científicos a
abandonar la isla, escapando de la lluvia de cenizas incandescentes.
También arrasó a la abundante fauna de la isla: aves, pingüinos, focas,
leones y elefantes marinos.
La isla Decepción está ubicada al norte de la península antártica y a
unos mil kilómetros al sur del cabo de Hornos. Su forma de media luna es
la fisonomía del cráter volcánico que emerge de las aguas desde unos
1.500 metros de profundidad. Posee “una estructura geológica compleja y
ha tenido en el pasado una vida muy agitada, en la que una treintena de
cráteres volcánicos adosados a todo su contorno han vomitado millones de
toneladas de lava en los últimos 100 años” (geólogo Jorge Rey Salgado).
La isla nunca tuvo una población humana nativa. Pero atrajo a los
cazadores de cetáceos para gozar de su clima benigno y hacer aguada en
sus lagos de agua dulce. En 1911, se fundó allí el primer asentamiento
humano permanente de la Antártida, donde llegaron a residir más de
doscientas personas. Trabajaron allí durante veinte años, pero la
depredación aniquiló la actividad y la isla quedó deshabitada.
En 1923, el agua de Puerto Foster hirvió y desprendió la pintura de los
cascos de los barcos que estaban fondeados. En 1930, la superficie del
fondeadero bajó tres metros durante un movimiento sísmico.
El calor geotérmico genera un microclima, a través de las grietas surgen
fumarolas y agua en ebullición, testimoniando que el volcán sigue
activo. Las montañas que trazan su forma de media luna la protegen de
los vientos. Esto hace que en sus playas se reúnan numerosas especies de
animales.
Es la única isla de las Shetland del Sur que nunca está helada, porque la nieve y el hielo se derriten rápidamente.
ooOoo
fuente imagen |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario