El nombre Tierra del Fuego
Extractos artículo de Lucas Potenze (*) - Especial para el diario del Fin del Mundo - 17 abr 2014

Pues bien, el joven cronista tuvo la suerte de ser uno de los apenas 18 sobrevivientes de la expedición que tras tres años de penosa navegación completó la primera vuelta al mundo y, a su retorno, cuando visitó en Valladolid al joven emperador Carlos V, le informó que se veían humos en la costa sur del Estrecho.
Cuenta la tradición que don Carlos comentó: “Pues si había humos, entonces en la tierra había fuegos”, frase a partir de la cual se empezó a hablar de la isla como “tierra de humos”, “tierra de los fuegos” o, sencillamente, “tierra del fuego”...
... El catedrático de la Universidad de Magallanes Mateo Martinic Beros ha realizado una exhaustiva recopilación de los primeros mapas de la zona (Cartografía Magallánica, 1523–1945) que nos permite ver las peripecias del nombre de nuestra isla hasta su definitiva consagración, ya bien entrado el siglo XVII.
En primer lugar nos presenta una parte del planisferio de Diego Ribeiro, de 1529, en el que figuran como si fueran accidentes de la costa la “tierra de los humos” y la “tierra de los fuegos”, así como una sierra nevada y el cabo deseado, en la embocadura oriental, nombres todos tomados de la descripción de Pigafetta.
Este aparecerá nuevamente en el planisferio de Abraham Ortelius, de 1570, uno de los mapas realizados con mayor cuidado y contando con variada fuente de información por quien es considerado por muchos como el padre de la cartografía moderna. Aquí se designa a la Patagonia como Regio Gigantum (región de gigantes) y Tierra del Fuego como parte de la famosa y esquiva Terra Australis Hac Tenus Incognita, el misterioso continente que, de acuerdo a los geógrafos antiguos, tenía que existir rodeando el polo sur del planeta, como una suerte de equivalencia con el continente (también inexistente) que se suponía que rodeaba el Ártico. ...
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