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En esta espectacular imagen vemos el arco luminoso de la Vía
Láctea que se extiende a través del cielo por encima del Observatorio La
Silla de ESO, en Chile. En el suelo, a la derecha, vemos la cúpula
del Telescopio de 3,6 metros de ESO, y a la izquierda el plato del SEST
(Swedish-ESO Submillimetre Telescope, telescopio submilimétrico
sueco-ESO), el cual fue dado de baja en 2003 para dar paso a
herramientas más avanzadas como APEX y ALMA.
La Vía Láctea domina esta imagen, que muestra claramente por qué
La Silla es uno de los mejores lugares del mundo para la observación
astronómica, famoso por sus cielos oscuros y despejados. Desde la cima
del brillante arco cuelga un llamativo objeto rojo conocido
como nebulosa de Gum. Se trata de un tipo de objeto que encontramos en
regiones similares a lo largo de la banda de la Vía Láctea, una nebulosa
de emisión, en la que el gas brilla por la radiación emitida por
estrellas brillantes cercanas. La banda brillante de la Vía Láctea está
quebrada por oscuros filamentos de polvo en los que se forman las
estrellas, estrellas que se sumarán al espectáculo en los milenios
venideros.
Bajo el arco vemos a una de las galaxias enanas compañera de la
Vía Láctea, la Gran Nube de Magallanes; debajo, justo a la derecha del
plato del telescopio sueco-ESO, está la segunda compañera, conocida
(como era de esperar) como la Pequeña Nube de Magallanes. A la derecha
de la imagen se encuentra el planeta Júpiter, que brilla intensamente
contra el débil resplandor de la luz antisolar (Gegenschein), un
fenómeno que sólo se ve en los cielos más oscuros. Aunque se trate de
una visión poco común para la mayoría, esta exhibición celeste es común
en los lugares de observación astronómicos como La Silla.
Crédito: P. Horálek/ESO