- Investigación aborda la prospección arqueológica y, a su vez,
favorece un intenso programa de capacitación dirigido a guías de
naturaleza.
- En la costa sur de la isla Capitán Aracena que forma parte del Parque Nacional Alberto de Agostini
se encuentra el seno Mercurio. Este sitio presenta gran importancia
para las poblaciones kawésqar y yámana, debido a en ese lugar obtenían
la materia prima para hacer fuego, la pirita.
- Esta apartada localidad en los canales y fiordos de la Patagonia era el área de contacto entre estas dos etnias de canoeras
La
pirita es un
mineral constituido con sulfuro de hierro, de brillo metálico y color
amarillo, que tuvo gran valoración para los pueblos originarios que
habitaron la Patagonia austral. Es por ello que investigadores de
distintas épocas se han esmerado por acceder a la información que
permita conocer con propiedad cuál era el vínculo que este mineral tenía
con etnias como
kawésqar o alakalufes, aonikenk o tehuelches, selknam u onas, yámanas o yaganes, manekenk o haush.
De ahí la relevancia de una expedición arqueológica en la isla Capitán Aracena, ubicada en el
Parque Nacional Alberto de Agostini,
que ha permitido unir esfuerzos entre representantes de distintas
instituciones para obtener datos concretos que permitan ayudar a
dilucidar las incógnitas existentes con esa temática.
Una reciente expedición encabezada por el
Centro Regional Fundación CEQUA, específicamente por el
MsC. Ernesto Davis, se trasladó a ese sector que comprende el archipiélago de
Tierra del Fuego. La travesía contó además con la participación de investigadores del
Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes, el
Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas (Iciis) de la
Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y la
Fundación Ictiológica.
La expedición permitió reconocer el patrimonio cultural de canales y
fiordos patagónicos; aumentar el conocimiento y darle valor al uso de
los recursos naturales de las comunidades indígenas que habitaron estos
sectores; y general relatos que permitirán transmitir el conocimiento
ancestral a guías de naturaleza de la
Región de Magallanes.
Entre los resultados de las prospecciones arqueológicas se pudo
establecer los llamados “rostros arqueológicos” del uso de la pirita en
sitios como bahía Colorada (isla Englenfield), isla Isabel e isla
Magdalena.
Este esfuerzo se efectuó en el marco del
“Programa de
capacitación para guías de naturaleza y prospección arqueológica para
diversificar los destinos turísticos en la Región de Magallanes”, que cuenta con socios estratégicos como Conicyt y Corfo.
Se trata de una iniciativa enmarcada en el
Quinto Concurso de Proyectos de Vinculación Ciencia-Empresa del Programa Regional de Conicyt,
que tiene como socios al holding de empresas Comapa S.A., la Asociación
de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine (Hyst), la Cámara
de Turismo de Punta Arenas (Austro Chile), Inacap Punta Arenas, y las
asociaciones gremiales de guías de turismo de Puerto Natales y Punta
Arenas.
Investigación asociativa
La expedición se diseñó y planificó con el objetivo de realizar investigación colaborativa entre
Fundación CEQUA
e investigadores de la Umag, el ICIIS, el Centro de Investigación en
Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) y la empresa privada, mediante la
prospección arqueológica de sitios de interés antropológico en los
fiordos y canales de la Patagonia.
El principal objetivo de esta investigación colaborativa es el
estudio de las etnias kawésqar y yámana. Estos últimos colonizaron
Tierra del Fuego y el Cabo de Hornos,
venciendo un ambiente extremo por sus desafíos climáticos. Los sitios
arqueológicos existentes en sus áreas de desplazamiento presentan una
fuerte visibilidad. Este tipo de registro científico, patrimonial y
turístico ha merecido en Chile escasa atención y permanece como
conocimiento apenas explorado, a diferencia del territorio argentino,
donde este patrimonio se ha visibilizado y puesto en valor.
Existe la necesidad de reconocer y poner en valor los hallazgos
encontrados, por medio de expediciones científicas exploratorias que
provean un primer catastro espacial, estratigráfico y cronológico de la
vida yámana en los canales y fiordos de la Patagonia.
Por otro lado, en la costa sur de la
isla Capitán Aracena que forma parte del
Parque Nacional Alberto de Agostini
se encuentra el seno Mercurio.
Este sitio presenta gran importancia
para las poblaciones kawésqar y yámana, debido a en ese lugar obtenían
la materia prima para hacer fuego, la pirita.
De esta forma, esta apartada localidad en los canales y fiordos de la
Patagonia era el área de contacto entre estas dos etnias de canoeros.
De ahí la necesidad de realizar una prospección arqueológica en el seno
Mercurio, debido a que esa zona puede ayudar al esclarecimiento de la
antigua geografía humana de la Tierra del Fuego, abordando la
integración y posicionamiento de los fiordos y canales de la Patagonia,
tradicionalmente excluidos del desarrollo científico y turístico.
¿Qué es el programa VCE?
El programa Vinculación Ciencia-Empresa forma parte de una innovadora
iniciativa que une la ciencia con la empresa privada a través de un
programa financiado por la Comisión Nacional de Investigación Científica
y Tecnológica (Conicyt).
En el caso concreto del
Centro Regional Fundación CEQUA,
se establece una alianza con la empresa privada representada por el
Holding de Empresas Comapa, Austro Chile, la Asociación de Guías Locales
de Puerto Natales, la Asociación de Guías Locales de Punta Arenas y la
Asociación Hyst, con las cuales forman un vínculo fuerte y recíproco que
da cuenta de la alianza entre el sector productivo del turismo y la
comunidad científica.
El énfasis en este esfuerzo está en un lazo asociativo de
doble arista: la entrega de “la ciencia” a la empresa y el retorno de
“la empresa” a la ciencia.
Desde el año 2015 a la fecha se han realizado capacitaciones
dirigidas a guías de turismo que, con entusiasmo, se han unido a esta
experiencia de aprender en actividades teórico-prácticas encabezadas por
expertos de distintas áreas. Ellas son: ictiología y ecosistemas
marinos, poblamientos originarios y arqueología, mamíferos marinos,
observación astronómica, introducción e identificación de plantas no
vasculares, curso de manejo turístico en áreas protegidas, oceanografía
de fiordos y canales, avistamiento de fauna silvestre nativa y
avistamiento de aves, ecosistemas dulces y acuícolas, ecosistemas
australes, geología/geomorfología e interpretación de paisajes, y
glaciología.
Transferencia de la ciencia
La
doctora Paola Acuña, directora ejecutiva del
Centro Regional Fundación CEQUA,
destaca este tipo de iniciativas que aportan a la descentralización y
que además dan cuenta de un trabajo cohesionado entre el ámbito
científico y otros sectores, favoreciendo así la transferencia
científica divulgadora hacia otros sectores, como en este caso son los
guías de turismo.
Guías de turismo como Francisco González, quien se desempeña en
Ultima Esperanza, destacan la pertinencia de estos cursos que, entre
otros aspectos, fortalecen la calidad del servicio que se entrega a los
visitantes. “Sin Fundación CEQUA no podríamos acceder a estas
capacitaciones para ser los mejores. Sólo el año pasado hubo cerca de 80
guías de turismo que se beneficiaron con estas capacitaciones
científicas”, argumentó.
Y recalcó que este tipo de experiencias deben mantenerse en el
tiempo, porque se trata de ejemplos concretos que dan cuenta de la
transferencia de conocimientos desde la academia hacia nuevos públicos.
@prensaantartia